En el marco del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, CIMA conglomerado mexicano comprometido con el desarrollo social sostenible, reconoció la importancia de visibilizar y actuar frente a uno de los problemas de salud pública más urgentes: el suicidio.
Cada año, más de 700 mil personas mueren por suicidio en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que representa una vida perdida cada 40 segundos. En este contexto, hablar de salud mental en el entorno laboral es una necesidad urgente.
Consciente de ello, CIMA ha desarrollado un programa interno de acompañamiento psicológico y coaching emocional que busca brindar contención, herramientas y espacios seguros a sus colaboradores. Este programa está conformado por una red de profesionales certificados como psicólogos clínicos y coaches de vida que ofrecen sesiones individuales y grupales de manera confidencial.
CIMA ha incorporado espacios periódicos de reflexión colectiva, talleres de inteligencia emocional, pausas activas y campañas de sensibilización
“Debemos de tener consideración con los demás, muchas veces no conocemos su realidad. Recordemos que más allá de nuestras diferencias, todos merecemos ser tratados con amor y empatía. En CIMA, sabemos que el bienestar emocional es clave para el crecimiento colectivo, por lo que el respeto es clave para el trabajo en conjunto”, señaló, Bibiana Rivera, Directora de Gestión de Talento de CIMA.
La estrategia está enfocada en brindar atención oportuna a los colabores que lo necesiten y en la construcción de una cultura organizacional centrada en el bienestar. Temas como el manejo del estrés, la ansiedad, el duelo o la fatiga emocional son atendidos con cercanía, empatía y perspectiva profesional.
Además, se han incorporado espacios periódicos de reflexión colectiva, talleres de inteligencia emocional, pausas activas y campañas de sensibilización en todas las áreas operativas, administrativas y directivas de la empresa.
Prevenir el suicidio es reconocer que, detrás de cada colaborador, hay una historia, una carga emocional, una lucha silenciosa que merece ser escuchada y acompañada. En un mundo donde la velocidad, las exigencias laborales y las crisis personales pueden aislar, crear entornos laborales empáticos, abiertos y emocionalmente seguros se vuelve una responsabilidad compartida.
*Comunicado de prensa