De acuerdo con el Índice de Paz México (IPM) 2020, el nivel de paz del país disminuyó 4.3% en 2019. En los últimos cinco años la paz se ha deteriorado 27%. Sólo cinco estados mejoraron, mientras que 23 empeoraron en 2019.
Esta es la séptima edición del IPM, publicado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). El reporte provee un análisis integral de las tendencias y factores relacionados con la violencia y la paz en México.
Cabe destacar que el índice se basa en la metodología del Índice de Paz Global (IPG), la principal medición del nivel de paz en el mundo, elaborado cada año por el IEP desde 2007.
En 2019, Yucatán fue el estado más pacífico por cuarto año consecutivo, seguido por Tlaxcala, Chiapas, Campeche y Nayarit.
Los estados menos pacíficos fueron Baja California, Colima, Quintana Roo, Chihuahua y Guanajuato. Colima continúa registrando la tasa de homicidios más alta del país.
La tasa de homicidios alcanzó un nuevo máximo en 2019, con 28 por cada 100 mil habitantes; lo que representó más de 35 mil 500 personas asesinadas. Este incremento está principalmente relacionado con las disputas entre cárteles, puesto que la tasa de delitos de la delincuencia organizada creció 24% durante el mismo año.
El homicidio es ya la principal causa de muerte de personas entre 15 y 44 años, y la cuarta más frecuente entre niños de cinco a 14 años. En los últimos cinco años, la tasa de homicidios ha aumentado 86% en México.
El impacto económico de la violencia ascendió a 4.57 billones de pesos ($238 mil millones de dólares), lo que equivale a 21.3% del PIB de México.
“En 2019 el impacto económico de la violencia superó en ocho veces el gasto público en salud y seis veces la inversión en educación. En términos per cápita, a cada mexicana y mexicano, la violencia nos costó $36,129 pesos, equivalente a cinco veces el salario mensual promedio. Estas cifras revelan la magnitud en que la violencia limita a la economía mexicana, y cómo incluso pequeñas reducciones en la violencia pueden liberar recursos para reorientarlos a los servicios públicos o programas de inversión”, aseguró Carlos Juárez, director en México del Instituto para la Economía y la Paz.
México presenta el menor nivel de gasto en seguridad interna y sistema judicial de los 33 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 0.7% del PIB. Sin una inversión adecuada en los sistemas de seguridad y justicia será muy difícil mejorar la seguridad pública.
El país ocupa el sitio 128 de 163 países en cuanto a control de la corrupción, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (FEM), lo que significa una caída de 57 posiciones en la última década.
Por su parte, Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo del IEP, declaró que “(…)para resolver adecuadamente los problemas de paz y seguridad en México, se debe reducir la corrupción. Esto es esencial para recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas. Las encuestas reportan que la confianza en la policía, el sistema judicial y en los políticos es particularmente baja. Cambiar esta percepción debería ser uno de los objetivos centrales de cualquier política gubernamental para mejorar la paz”.
De acuerdo con las encuestas de victimización realizadas por el INEGI, la inseguridad se ha convertido en la principal preocupación de los mexicanos, por encima del desempleo, la inflación, la corrupción y la impunidad.
“El IPM 2020 identifica cuatro dinámicas principales de violencia en el país: violencia política; violencia oportunista, que incluye delitos del fuero común; violencia interpersonal, como las agresiones, los delitos sexuales y la violencia familiar; y los conflictos de cárteles. Para combatir estas violencias es necesario implementar políticas públicas diferenciadas, y a la vez articuladas, que consideren la naturaleza distinta de cada fenómeno y desactiven los factores que las impulsan”, aseguró Carlos Juárez.
En México, la violencia política sigue en aumento, y se incrementó 46% durante el primer trimestre de 2019 con respecto al mismo periodo del año anterior. Tres cuartas partes de estos ataques tuvieron como objetivo a políticos locales. De los 180 ataques, 24 fueron asesinatos.
En contraste, uno de los pocos rubros de mejora fue la reducción de homicidios de periodistas. Según Reporteros Sin Fronteras, en 2019 se registraron 51 asesinatos, una disminución de 64% si se compara con los 143 periodistas asesinados en 2012. A pesar de esta mejora, México sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
El Índice de Paz México 2020 proporciona a los formuladores de políticas, líderes empresariales y organizaciones de la sociedad civil información útil para construir nuevas y más amplias soluciones para fomentar la paz en México.
Para más información acerca del Índice de Paz México 2020, puede ver el informe aquí.
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