El principio de la libre determinación y el derecho a utilizar y transmitir a las generaciones futuras, de forma oral y escrita, lenguas que reflejen las ideas y valores de los pueblos indígenas; al igual que la igualdad de trato de los idiomas originarios con respecto a otras lenguas, son los pilares fundamentales del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas que empezó con el año.
Esos principios y derechos, estipulados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, guiarán durante los próximos diez años la iniciativa que busca impedir la desaparición de miles de lenguas que encierran las identidades, conocimientos y tradiciones de igual número de naciones en el mundo.
La población del planeta se comunica actualmente en más de 7,000 idiomas, 6,700 de los cuales son indígenas. Lamentablemente, al menos 3,000 de ellos corren el riesgo de extinguirse.
A un ritmo de una cada dos semanas, las lenguas indígenas están muriendo, llevándose consigo la cosmogonía singular de los pueblos que las hablan.
Un año no fue suficiente
Para revertir esta tragedia cultural, los Estados miembros de la ONU celebraron el Año Internacional de las Lenguas Indígenas en 2019, logrando llamar la atenciónsobre el tema con eventos y actividades en todo el mundo.
Sin embargo, la tarea es titánica y un año es muy breve para cumplirla, por lo que antes de que terminara 2019 se decidió dedicar una década a la promoción, reconocimiento y protección de los idiomas originarios. Tras meses de negociaciones, la Asamblea General de la ONU adoptó el 18 de diciembre una resolución proclamando al periodo 2022-2032 como Decenio de las Lenguas Indígenas.
La resolución establece que durante ese periodo se cree conciencia sobre la grave pérdida de lenguas indígenas y la necesidad apremiante de conservarlas, revitalizarlas y promoverlas tomando medidas urgentes a nivel nacional e internacional.
El texto dispone que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) coordine las actividades para el propósito y exhorta a los Estados miembros a analizar la posibilidad de establecer mecanismos nacionales con fondos suficientes que contribuyan al éxito del mayor esfuerzo concertado hasta el momento para preservar las lenguas indígenas.
El Decenio también invita a los pueblos indígenas, como custodios de sus lenguas, a que participen e implementen las medidas apropiadas para la celebración del Decenio Internacional.
La tarea de Yalitza
El nombramiento de Yalitza Aparicio data de 2019 y conlleva la misión de apoyar a la UNESCO para garantizar la integración y los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
Parte de esa labor debería lograrse mediante la salvaguardia y la celebración del patrimonio cultural indígena, así como a través de la integración de los conocimientos indígenas en la gestión del medio ambiente, la preservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, y la igualdad de acceso de los pueblos indígenas a la educación.
En la reunión de México, la actriz y activista de los derechos indígenas y de las mujeres sostuvo que la preservación de las lenguas indígenas “va más allá de la riqueza lingüística”, porque “aporta soluciones a problemas sociales y ambientales”.
“Tenemos mucho que aportar”, en cuanto a la forma de cuidar el medio ambiente, la plantas y los animales.
“Muchos de nuestros padres optan por no transmitir su lengua, porque es motivo de exclusión”, pero “para estar donde estamos, no tuvimos que bajar los ojos ante ofensas. Al contrario, fue necesario compartir el orgullo que tenemos por nuestra identidad. Somos orgullosos de nuestro color de piel, de nuestros valores e historia. Somos orgullosos de nosotros”, dijo entonces Yalitza Aparicio.
Antes, en una entrevista con Noticias ONU, la actriz oaxaqueña había resaltado su amor por los idiomas originarios, aseverando que trabajar en su defensa le “llena el alma”.
Con información de las Naciones Unidas.
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