Covestro, líder a nivel global en la fabricación de polímeros de alto rendimiento, ha desarrollado un proceso innovador para el reciclado químico de las principales materias primas de la espuma flexible de poliuretano (PU) usadas para fabricar colchones. La compañía, que forma parte del proyecto PUReSmart para el manejo sustentable del PU, busca recuperar plenamente los componentes de este producto y convertirlo en un material realmente reutilizable en nuevas aplicaciones.
El mayor potencial para cerrar el círculo en la industria radica en el reciclaje de los residuos posconsumo, para lo cual, actualmente las empresas buscan generar modelos de negocios innovadores que les permitan estar a la par con los nuevos tiempos. Si consideramos que cada colchón contiene entre 15 y 20 kilogramos de espuma de poliuretano (PU), significa una enorme cantidad de remanente al final de su vida útil de los más de 50 mil camas desechadas diariamente tan solo en Estados Unidos.
Con el objetivo de mantener su enfoque hacia una economía circular, Covestro desarrolló una tecnología para reciclar químicamente los colchones y convertir los residuos en recursos valiosos, mientras que reduce la dependencia de combustibles fósiles y minimiza significativamente las emisiones de CO₂. Sin embargo, todavía faltan muchos pasos por dar antes de que esta visión se convierta en realidad, especialmente con respecto a la ampliación del proceso de transformación de la espuma de colchón.
A diferencia de otros procesos para reciclar espuma flexible de PU, Covestro no utiliza poliol de origen fósil; solo requiere la espuma preclasificada de los desechos del colchón, un glicol y un aditivo. Después de realizar el proceso de quimiólisis –proceso químico para desintegrar un plástico en componentes individuales– se pueden usar nuevamente los elementos con la frecuencia necesaria para la producción de nuevas espumas con una huella de carbono reducida, garantizando una economía circular sostenible.
Actualmente, la compañía evalúa construir una Planta de reciclaje más grande para probar la tecnología a una escala de nivel industrial. Para lograr esto, se deben recolectar grandes cantidades de colchones, dividirse en materiales individuales como resortes, textiles y piezas de espuma, y de este último, sus componentes preclasificados según la pureza y la densidad.
De esta forma, Covestro demuestra cómo el reciclaje químico supone un avance particularmente prometedor dentro de una economía circular completa, pues de esta manera se reemplazan los recursos fósiles en la producción; se reduce cada vez más la huella de carbono de los materiales que produce, y se tienen nuevas soluciones para tratar los residuos plásticos.
Comunicado de prensa.