El Secretario General pronunció el discurso de clausura de la Conferencia Mundial de Ministerios Responsables de la Juventud, celebrada en Lisboa y coauspiciada por la ONU.
La cumbre en la capital portuguesa tuvo lugar 21 años después de la adopción de la Declaración de Lisboa sobre Políticas y Programas para la Juventud, y sirvió como un foro para que los gobiernos nacionales expusieran los avances en la materia, así como para presentar nuevos enfoques de empoderamiento de los jóvenes en la toma de decisiones y elaboración de políticas.
En esa tribuna, Guterres reiteró que no es suficiente con escuchar a los jóvenes y darles un lugar en la mesa, sino que son ellos quienes deben presidir la mesa y las generaciones mayores deben tomar parte en ella.
Afirmó que aún los niños han entendido la emergencia mejor que los líderes globales “saben que la ventana de oportunidad se está cerrando, están decididos a vencer la amenaza y ya están haciendo una gran diferencia.”
El titular de la ONU dijo que “los gobiernos escuchan y que las empresas están empezando a darse cuenta de que una huella de carbono excesiva es negativa para su imagen y para sus ganancias”.
Agregó que esto es sólo el principio y que la energía y compromiso de los jóvenes es actuar con diligencia y celeridad, “estar a la altura del desafío”.
“Necesitamos crear un entorno en el que los jóvenes no sean considerados sujetos de protección, sino ciudadanos con igualdad de derechos, de voz y de influencia, como integrantes de nuestras sociedades y como agentes poderosos de cambio.”
En este sentido, encomió el Programa Mundial de Acción para la Juventud, un tema central de la reunión en Portugal, que busca ampliar los programas y políticas verdaderamente relevantes para la juventud a nivel global.
“Las políticas sobre género tienen una importancia especial puesto que no podemos construir comunidades y sociedades firmes, justas y resilientes sin la participación y liderazgo de la mitad de ese colectivo.”
Guterres confió en que los presentes en la conferencia de Lisboa ayuden a impulsar e implementar una respuesta al cambio climático más ambiciosa y urgente.
Jayathma Wickramanayake recordó que cerca del 90% de esa juventud vive en los países en desarrollo y subrayó que el desarrollo sostenible podrá alcanzarse únicamente si se incluye a todos los jóvenes y se crean las condiciones que les permitan alcanzar su potencial.
“La gente joven debe ser valorada por su potencial”, aseveró, llamando a no ver a esa generación como un problema.
Asimismo, se mostró convencida de que las políticas robustas y adecuadamente financiadas “pueden ser clave para reducir la inequidad entre los jóvenes y entre los jóvenes y el resto de la sociedad”.
Finalmente, exhortó a los líderes mundiales a trabajar con la ONU para construir un futuro mejor para las generaciones más jóvenes.