Por: Daniela Anaid Pérez Navarrete
Earthgonomic
Seguramente en tus clases de biología te hablaron del término nicho ecológico y puede que ya no recuerdes de qué se trata o que fácilmente puedas confundir el nicho de una especie con su hábitat, y aunque ambos están muy relacionados, son conceptos distintos, un hábitat se refiere a el lugar donde vive un organismo cuyas condiciones físicas son propicias para que éste crezca, se desarrolle y se reproduzca, en cambio un nicho es el modo en que una especie se posiciona dentro de un hábitat y el papel o rol ecológico que desempeña.
Tal vez aun suene algo complicado de entender, pero con el siguiente ejemplo lo podemos simplificar, imaginemos un árbol grande en la selva, dentro de él podemos encontrar pájaros, monos, lagartijas y algunos insectos; en éste caso, el hábitat es ese árbol dentro de la selva, y el nicho será la posición en la que se encuentran normalmente y lo que hacen en el hábitat cada uno de los individuos que encontramos ahí, digamos que los pájaros se encuentran en la copa de este árbol y se alimentan de las semillas de los frutos; los monos en las ramas se alimentan de los frutos que proporciona el árbol, las lagartijas en el tronco, se alimentan de los insectos y los insectos en la base del árbol ayudan a degradar la materia orgánica que se produce en la base, creando un equilibrio dentro de este hábitat.
Una vez explicado esto a grandes rasgos, debes saber que existen dos tipos de nicho:
- Fundamental o potencial: que se refiere a las condiciones bióticas y abióticas mínimas que una especie requiere para subsistir.
- Efectivo o realizado: a partir de esas mismas necesidades bióticas y abióticas, pero además toma en cuenta la competencia y cómo se relaciona con las demás especies.
¿Qué pasa si los nichos se superposicionan?
La superposición surge cuando diferentes especies usan los mismos recursos, esta puede ser total o parcial, de acuerdo con uno o varios parámetros del nicho ecológico.
- Si los nichos ecológicos de los organismos de dos especies son muy diferentes entre sí, entonces estas especies que tienen el mismo hábitat no compiten entre sí.
- Si los nichos ecológicos se superponen parcialmente entonces su coexistencia conjunta será posible debido a la presencia de características específicas que diferencian los nichos de cada especie, por ejemplo que uno coma semillas y frutas, mientras que el otro solo coma semillas.
- Si el nicho ecológico de una especie incluye el nicho ecológico de otra, entonces ocurre una competencia intensa, el competidor dominante desplazará a su rival a la periferia de la zona de acondicionamiento físico
Por lo anterior, dos especies no pueden ocupar exactamente el mismo nicho; ya que sus requerimientos ambientales y tolerancias fisiológicas no son exactamente los mismos. Los diferentes tipos de ecosistemas brindan hábitat distintos y las comunidades que sostienen son diferentes. Aunque hay especies que pueden ocupar el mismo hábitat, la competencia puede ser ligera o inexistente para la mayor parte de las poblaciones que cohabitan.
Es importante remarcar que para definir el nicho de una especie no sólo se consideran factores del hábitat (humedad, temperatura, precipitación), también, se deben tomar en cuenta las características que cada especie posee, como su tipo de alimentación, los lugares dónde anida, etc. En otras palabras, incluir factores bióticos para determinar el nicho, nos ayuda a distinguir entre especies similares dentro de hábitats parecidos.
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La importancia de cuidar el ecosistema radica en que las especies que están perdiendo sus hábitats, al buscar un nuevo lugar compiten con otras especies por su nicho, igualmente al introducir especies exóticas en un sitio puede perjudicar a gran escala un ecosistema. Un ejemplo de especie introducida son las Tortugas de Florida (Trachemys scripta) que son animales que fácilmente se pueden encontrar en tiendas de mascotas y que lamentablemente son liberadas en los ríos y lagos de nuestro país; son animales omnívoros y pueden comer muchos tipos de alimento, incluyendo otros pequeños animales como las ranas. Además, se adapta a muchos tipos de hábitats, esta especie es muy territorial y voraz. Por ello, compite de manera muy eficiente con las tortugas nativas, desplazándolas de sus hábitats, además de que les transmiten enfermedades.
Otro ejemplo es el ave Miná Crestado (Acridotheres cristatellus) que es liberado por las personas que lo tienen como mascota o se les llega a escapar. Estos animales se reproducen hasta tres veces a lo largo del año, por lo que colonizan espacios naturales en poco tiempo, siendo una amenaza para las especies nativas de aves debido a que compiten con ellas por el alimento y los sitios de reproducción. Además, pueden transportar patógenos y parásitos, como ácaros y la peligrosa malaria aviar.
Este artículo fue publicado por Earthgonomic, puedes leer el original aquí (ir al original).
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