El uso del conocimiento científico, el desarrollo de la capacidad de investigación y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías marinas son esenciales para la gestión sostenible de los océanos, fue una de las afirmaciones que resonaron en la reunión sobre el océano celebrada en Lisboa, Portugal, realizada el pasado 30 de junio.
La cuarta jornada de la Conferencia de la ONU sobre los Océanos se centró en el papel de la comunidad científica para hacer posible la transformación azul de la relación de la humanidad con el mar.
Con más de 3,000 millones de personas que dependen en gran medida de los ecosistemas marinos para su alimentación y sustento, el despliegue de soluciones para alcanzar los objetivos relacionados con los océanos depende de las acciones de las generaciones actuales y futuras.
La ciencia para el desarrollo sostenible
En los últimos años se ha producido una mayor innovación científica y un progresivo reconocimiento de la importancia que tiene la oceanografía para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a cumplirse en 2030.
Se han desarrollado diversas iniciativas que están siendo implementadas no solo por la ONU, sino también por los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad científica.
El compromiso y la implicación de las partes interesadas son esenciales para aprovechar al máximo la oportunidad única que ofrece el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) y hacer realidad la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) es el organismo que trabaja para reforzar la colaboración internacional en materia de ciencias del mar e investigación oceánica, una labor que ningún país puede realizar por sí solo.
Derecho del Mar y alta mar
La promoción de la ciencia oceánica reconocida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece las obligaciones de los Estados y las organizaciones internacionales de promover la cooperación internacional en la investigación científica marina, optimiza las condiciones para los científicos y promueve la difusión de datos científicos.
Como la alta mar representa más de la mitad de los océanos, Emanuel Gonçalves, miembro del consejo y científico jefe de Océano Azul Foundation, subrayó la necesidad imperante de resolver su problema de gobernanza.
“Los mecanismos actuales no nos permiten establecer áreas protegidas, y sin alta mar no es posible proteger el 30% de los océanos. Debemos asegurarnos de que el acuerdo sobre alta mar avance, no solo ahora, y encaminarlo para que las instituciones puedan garantizar esta protección y ponerla en marcha”, dijo el experto.
Gonçalves sugiere tres cosas para ayudar a salvar el océano: votar, promover soluciones a los problemas y cambiar nuestro comportamiento de consumo.
Con información de la ONU.
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