Los beneficios de la lactancia materna tanto para los niños como para las madres son muy numerosos: contribuye a un desarrollo saludable del cerebro de los bebés y niños pequeños, los protege contra infecciones, disminuye el riesgo de obesidad y enfermedades, reduce los costes de atención médica y ayuda a prevenir el cáncer de mama y de ovario.
Sin embargo, 6 de cada 10 bebés del mundo se están perdiendo los 6 primeros meses de lactancia materna exclusiva que recomiendan desde UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tampoco hay políticas en la mayoría de países que apoyen esta práctica, con medidas como el permiso parental remunerado y las pausas para la lactancia en el trabajo.
Del 1 al 7 de agosto se desarrolla la Semana de la Lactancia Materna. A continuación se desmienten algunos de los mitos más extendidos sobre la lactancia.
- La lactancia materna es fácil. Los bebés nacen con el reflejo de buscar el pecho de su madre. Sin embargo, muchas madres necesitan ayuda práctica para colocar a su bebé para amamantar y asegurarse de que se engancha correctamente. La lactancia materna lleva tiempo y práctica tanto para las madres como para los bebés. Las mamás necesitan espacio y apoyo en el hogar y en el trabajo.
- Es normal que la lactancia duela. Muchas madres experimentan molestias durante los primeros días después del nacimiento, cuando están aprendiendo a dar de mamar. Un asesor de lactancia, o cualquier otro profesional cualificado, puede ayudar a superar un problema de mal enganche y pezones doloridos.
- La madre debe lavarse los pezones antes de dar el pecho. No es necesario lavarse los pezones antes de amamantar. Desde que nacen, los bebés están muy familiarizados con los olores y los sonidos de su propia madre. Los pezones producen una sustancia que el bebé huele y tiene «bacterias buenas» que ayudan a desarrollar el sistema inmune de los pequeños.
- Hay que separar al recién nacido de la madre para que esta descanse. Los médicos, las enfermeras y las parteras a menudo fomentan la práctica del «piel con piel», también conocido como método canguro, inmediatamente después del nacimiento. Tomar al bebé y ponérselo muy cerca, sin ropa de por medio, es una práctica muy importante que lo ayuda a encontrar y pegarse al pecho. Si se puede hacer en la primera hora de vida y después con frecuencia, ayuda a establecer la lactancia materna. Si la madre no puede, entonces le toca a la pareja u otro miembro de la familia.
- La madre solo debe tomar alimentos frescos mientras amamanta. Como cualquier persona, las madres que dan el pecho deben tomar una dieta equilibrada. En general, no hay que cambiar los hábitos alimenticios. Los bebés están expuestos a las preferencias alimentarias de sus madres desde que están en el útero. Si una madre percibe que su bebé podría tener una intolerancia o una alergia alimentaria, lo mejor es consultar a un especialista.
- Hacer ejercicio afecta al sabor de la leche materna. El ejercicio es saludable, también para las madres que dan de mamar. No hay evidencias de que este afecte al sabor de su leche.
- La madre no podrá amamantar si no lo hace desde el primer momento. Es más fácil instaurar la lactancia materna si se practica desde la primera hora después del nacimiento, ya que los reflejos de un bebé son muy fuertes en ese momento. Si por la circunstancia que sea, la madre no puede, deberá hacerlo en otra ocasión, pero lo antes posible. Si necesita ayuda para una buena posición y agarre, debe solicitar la ayuda de un asesor. El contacto frecuente piel con piel y poner al bebé al pecho contribuirá a que la lactancia continúe.
- Nunca se debe usar leche de fórmula si lo que se quiere es amamantar. Las madres pueden decidir que necesitan usar leche de fórmula en algunas ocasiones, mientras siguen lactando. Es importante buscar información imparcial sobre la fórmula y otros productos sustitutivos de la leche materna. Para mantener la producción de leche, la madre debe ofrecerle el pecho a su bebé con la mayor frecuencia posible.
- Muchas madres no producen suficiente leche. Casi todas las madres producen la cantidad correcta de leche para sus bebés. La producción de leche materna viene determinada por cómo se establezca el agarre del bebé al pecho, la frecuencia de la lactancia y lo bien que el bebé extraiga la leche en cada toma. La lactancia materna no es un trabajo de «una mujer». Las madres necesitan apoyo. Apoyo en forma de: orientación continua sobre la lactancia por parte de personal cualificado, ayuda en el hogar y mantenerse saludable comiendo y bebiendo bien.
- La madre no debe amamantar si está enferma. Dependiendo del tipo de enfermedad, las madres generalmente pueden seguir dando el pecho. Deben asegurarse, eso sí, de obtener el tratamiento adecuado y descansar, comer y beber bien. En muchos casos, los anticuerpos que su organismo genera para tratar su enfermedad o dolencia se transmitirán al bebé, que construirá sus propias defensas.
- La madre no puede tomar ningún medicamento si está dando el pecho. Es importante informar al médico de que se está amamantando y leer las instrucciones de cualquier fármaco que se adquiera sin receta. Puede que la madre necesite tomar medicamentos en un momento determinado o en una dosis específica. También debe informar al pediatra.
- Los bebés que han sido amamantados son dependientes. Todos los bebés son diferentes. Algunos son más dependientes que otros, sin importar cómo se los alimente. La lactancia materna no solo proporciona la mejor nutrición para los bebés, sino que también es importante para su cerebro en desarrollo. Los bebés amamantados pasan más tiempo en brazos y, por ello, se ha demostrado que la lactancia materna mejora el vínculo con su madre.
- Es difícil destetar a un bebé si toma leche materna durante más de un año. No hay evidencias que demuestren que sea más difícil dejar de amamantar después de un año, pero sí las hay de que dar el pecho hasta los 2 años es beneficioso tanto para las madres como para los niños.
- Cuando vuelva a trabajar, la madre tendrá que destetar a su bebé. Muchas madres siguen dando el pecho después de incorporarse al trabajo tras la baja maternal. En primer lugar, la madre debe informarse de las políticas nacionales y de su lugar de trabajo. Si tiene derecho a un tiempo y un lugar para amamantar durante las horas laborales, puede ir a casa y dar el pecho, pedirle a un familiar o amigo que le traiga a su bebé, o extraerse leche y llevársela a casa. Si no tiene la opción de amamantar en horas de trabajo, tendrá que buscar momentos durante el día para extraerse la leche y luego alimentar con ella a su bebé cuando esté en casa. Si decide que su bebé tome biberón algunas tomas al día, seguirá siendo muy bueno que le siga dando el pecho cuando esté con él.
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