Un nuevo estudio de la ONU recoge graves estadísticas, que muestran que, a pesar de los avances en algunos ámbitos como la educación, el progreso se ha estancado por un cuarto de siglo.
Solo el 47% de las mujeres del mundo están empleadas; apenas 20 son jefas de Estado o Gobierno; solo un 50% puede decidir utilizar métodos anticonceptivos o negarse a tener relaciones íntimas; todavía representan el 75% de los padres solteros; y aún son sometidas al matrimonio infantil y mutilación genital.
Menos del 50% de las mujeres en edad de trabajar están en el mercado laboral, una cifra que apenas ha cambiado durante los últimos 25 años, asegura un nuevo informe de las Naciones Unidas.
El estudio advierte que el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados todavía recae de manera desproporcionada en las mujeres, lo que limita su potencial económico. La pandemia COVID-19 ha afectado aún más los medios de vida de las mujeres.
“Veinticinco años después de la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, el progreso hacia la igualdad de poder y los mismos derechos para las mujeres sigue siendo difícil de alcanzar. Ningún país ha logrado la igualdad de género y la crisis de la COVID-19 amenaza con erosionar los limitados logros que se han alcanzado”, asegura el Secretario General de la ONU, António Guterres, en la presentación del informe.
Los datos del informe
El informe de la ONU, que se visualiza de manera interactiva en su sitio web (ver al final), reúne 100 datos estadísticos sobre seis temas relacionados a la igualdad de género: población y familias; salud; educación; empoderamiento económico y propiedad de activos; poder y toma de decisiones; y violencia contra la mujer y la niña, así como el impacto del COVID-19.
El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado frena a las mujeres
Las mujeres en todo el mundo cada día dedican aproximadamente una media de tres veces más horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres (4,2 horas en comparación con 1,7). En el norte de África y Asia occidental, la brecha de género es aún mayor, y las mujeres invierten siete veces más tiempo que los hombres en estas actividades.
En 2020, solo el 47% de las mujeres en edad de trabajar participaron en el mercado laboral, en comparación con el 74% de los hombres, una brecha de género que se ha mantenido relativamente constante desde 1995.
Tanto en Asia meridional y occidental como en África septentrional el número es aún menor, con menos del 30% de mujeres participando en el mercado laboral. Y se espera que la pandemia exacerbe estas disparidades de género, ya que muchas mujeres trabajan en los subsectores más afectados por COVID-19 y las medidas de confinamiento, como el trabajo doméstico remunerado, los servicios de alojamiento y alimentación, y el comercio minorista.
Las mujeres también representan más del 70% de los trabajadores en el sector de la salud, por lo que se enfrentan a mayores riesgos de infección que los hombres en el lugar de trabajo.
Educación
El estudio indica que el mundo ha logrado avances sustanciales en el logro de la educación primaria universal, y las niñas y los niños participan por igual en la educación primaria en la mayoría de las regiones.
Si bien es probable que los cierres de escuelas relacionados con COVID-19 retrasen el progreso en el acceso a la educación, la evidencia muestra que las niñas, una vez que tienen acceso a la escuela, suelen tener mejores resultados que los niños en términos de rendimiento académico. En la educación terciaria, las mujeres superan en número a los hombres y la matriculación está aumentando más rápidamente entre las mujeres que entre los hombres.
Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y representan solo un poco más del 35% de los graduados en estas áreas.
Las mujeres también son una minoría en las áreas de investigación y el desarrollo científico, y representan menos de un tercio de los investigadores del mundo.
La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo un problema mundial
Durante el confinamiento del COVID-19, muchas mujeres y niñas se han aislado en entornos inseguros donde corren un mayor riesgo de sufrir violencia a manos de su pareja.
Alrededor de un tercio de las mujeres en todo el mundo han sufrido violencia física y / o sexual por parte de sus parejas; y el 18% ha experimentado este tipo de violencia en los últimos 12 meses.
En los casos más extremos, la violencia contra la mujer es letal: a nivel mundial, se estima que 137 mujeres son asesinadas diariamente por su pareja o un miembro de la familia.
Si bien la mutilación genital femenina se está volviendo menos común en algunos países, al menos 200 millones de niñas y mujeres vivas en la actualidad han sido sometidas a esta forma específica de violencia en África y el Medio Oriente.
Como dato positivo cabe destacar que la aceptación social de las mujeres golpeadas por sus parejas disminuyó en casi el 75% de los países con datos de los últimos siete años. Sin embargo, las leyes para abordar la violencia doméstica aún no están disponibles universalmente, y solo 153 países las aplican.
Las brechas son mayores en África del Norte y subsahariana y en Asia Occidental y donde el 43% y el 35% de los países, respectivamente, no han aprobado leyes al respecto.
Puedes ver el informe completo aquí (ir al informe).
Con información de las Naciones Unidas.
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