De acuerdo con la CEPAL, la brecha de pobreza cubre la distancia que existe entre la disponibilidad monetaria de la unidad observada y las exigencias de la línea de pobreza. O, dicho de otra manera, mide la cantidad de dinero que le falta a la unidad pobre (hogar o persona) para dejar de ser pobre. Así, puede conocerse, en cierta manera, el grado de carencia que padece la población pobre.
Para 2021, por cada 100 hombres jóvenes que vivan en pobreza extrema habrá 118 mujeres. Las mujeres asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia, ganan menos, ahorran menos y tienen trabajos mucho menos seguros, una situación que se ha intensificado con la crisis del coronavirus.
Brecha de pobreza crece por el coronavirus
La crisis de la COVID-19 aumentará drásticamente la tasa de pobreza de las mujeres y ampliará la brecha entre hombres y mujeres que viven en la pobreza extrema, asegura un nuevo informe publicado este miércoles por ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se esperaba que la tasa de pobreza de las mujeres disminuyera en un 2,7% entre 2019 y 2021, pero las proyecciones ahora apuntan a un aumento del 9,1% debido a la pandemia y sus consecuencias, advirtieron las agencias.
El resto de datos indican que, si bien la pandemia afectará a la pobreza global en general, las mujeres sufrirán el impacto de manera desproporcionada, especialmente aquellas en edad reproductiva: para 2021, por cada 100 hombres de 25 a 34 años que vivan en pobreza extrema (con 1,90 dólares al día o menos) habrá 118 mujeres, una brecha que podría aumentar a 121 mujeres por cada 100 hombres para 2030.
“El aumento de la pobreza extrema de las mujeres, en particular en esa etapa de sus vidas, es una dura muestra de los profundos defectos en la forma en que hemos construido nuestras sociedades y economías”, aseguró en un comunicado la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.
Mlambo-Ngcuka aseguró que las mujeres asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia, ganan menos, ahorran menos y tienen trabajos mucho menos seguros.
“De hecho, en general, el empleo de las mujeres corre un mayor riesgo que el de los hombres, en un 19%. Las pruebas que tenemos aquí de múltiples desigualdades es fundamental para impulsar una acción política rápida y reconstructiva que sitúe a las mujeres en el centro de la recuperación de la pandemia”, agregó Mlambo-Ngcuka.
Si bien estas cifras son alarmantes, el estudio estima que solo se necesitaría el 0,14% del PIB mundial (2 billones de dólares ) para sacar al mundo de la pobreza extrema para 2030; y 48,000 millones de dólares para cerrar la brecha de pobreza de género; sin embargo, el número real podría terminar siendo mucho más alta, especialmente si los gobiernos no actúan, o lo hacen demasiado tarde.
Con información de las Naciones Unidas y ONU Mujeres.
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