Es un hecho ampliamente aceptado que el cambio climático representa una amenaza de gran importancia para la humanidad y, aunque existen innumerables soluciones para hacer frente a lo que la ONU ha descrito como la «amenaza existencial» de nuestro tiempo, todavía no está del todo claro cómo se pagarán las soluciones para mitigarlo.
Esta misma semana, un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático revelaba que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1.1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.
Más alarmante es el hecho de que el estudio predice que se espera que la temperatura global alcance o supere los 1.5 °C o más de calentamiento en los próximos 20 años.
Las consecuencias las estamos empezando a sentir: mayores inundaciones, olas de calor extremo más frecuentes, sequías más largas, pérdida de las capas de hielo, incendios voraces.
Aunque las inversiones en energías renovables e infraestructuras sostenibles siguen creciendo, el gasto mundial en combustibles fósiles superó al de las energías verdes entre enero de 2020 y marzo de 2021.
Muchos países no cuentan con los recursos financieros para acometer la transición a fuentes de energía limpia y modos de vida sostenibles que podrían revertir el cambio climático.
La ONU considera que la financiación relacionada con el clima es la respuesta adecuada, ya que no invertir será más costoso a largo plazo, pero también porque existen importantes oportunidades para los inversores.
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¿Cuánto dinero se necesita?
Para hacerlo realidad, se necesitan inversiones importantes y es fundamental contar con cooperación internacional. Hace más de una década, los países desarrollados se comprometieron a aportar de forma conjunta 100,000 millones de dólares al año para 2020 en forma de apoyo a la acción climática en los países en desarrollo.
Puede parecer mucho, pero compárelo con el gasto militar mundial en 2020, que se estimó en algo menos de dos billones de dólares, o con los billones de dólares gastados por los países desarrollados en ayudas a sus ciudadanos relacionadas con la COVID-19.
Según un informe de expertos elaborado a petición del Secretario General de la ONU, el objetivo de destinar 100.000 millones de dólares para esas naciones no se está cumpliendo (los últimos datos disponibles para 2018 son de 79.000 millones de dólares), a pesar de que la financiación relacionada con el clima sigue una «trayectoria ascendente.» Por lo tanto, sigue habiendo un gran déficit de financiación.
Con información de la ONU.
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