México rankea en el puesto 16 de los países más expuestos económicamente a causa de los desastres naturales efecto de la crisis climática. Así lo indica un reporte elaborado por la reaseguradora Swiss Re a través del Swiss Re Institite. De acuerdo a este estudio que analiza a 36 países la crisis climática tendrá un mayor impacto en pérdidas económicas en el futuro.
En este estudio, Swiss Re Institute cruza su conocimiento sobre seguros de daños a la propiedad resultantes de desastres naturales con nueva evidencia científica del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático sobre la probabilidad (baja, media, alta) de condiciones climáticas más severas en diferentes países. El análisis cubre 36 países y se centra en cuatro grandes peligros climáticos: inundaciones, ciclones tropicales, tormentas invernales en Europa y tormentas convectivas severas. Estos son los principales peligros que provocan pérdidas en la industria de seguros hoy en día y representan la mayor proporción de las pérdidas económicas por desastres naturales a nivel mundial.
Swiss Re Institute situa a México en el puesto 16 de 36 países expuestos a peligros derivados de la crisis climática
Con pérdidas económicas anuales del 3% del PIB hoy día, Filipinas es el país más afectado por los cuatro riesgos meteorológicos de los 36 países, mientras que está expuesto a una alta probabilidad de intensificación de los peligros. Estados Unidos es el segundo país más expuesto. Con 97 mil millones de dólares (0,38% del PIB), experimenta las mayores pérdidas económicas en términos absolutos por fenómenos meteorológicos en todo el mundo y, al mismo tiempo, una probabilidad media de que los riesgos se intensifiquen.
México rankea en el puesto 16 con pérdidas anuales del 0.12% del PIB a día de hoy. De los riesgos meteorológicos más catastróficos evaluados, el Swiss Re Institute alerta de los efectos por inundaciones y huracanes en el país.
A día de hoy, en términos de impacto sobre la propiedad, los cuatro peligros climáticos causan pérdidas económicas previstas de 200 mil millones de dólares al año. Sin embargo, este es sólo el límite inferior de todas las pérdidas potenciales, ya que no todos los peligros (por ejemplo, olas de calor) están considerados y sólo se contabilizan las pérdidas de propiedad. A medida que la crisis climática aumenta la intensidad de los fenómenos meteorológicos, es probable que aumente el potencial de pérdidas. Actualmente, el cambio climático desempeña un papel relativamente pequeño, pero Swiss Re Institute vaticina que las pérdidas asociadas contribuyan más a las pérdidas económicas en el futuro.
Las pérdidas provocadas por las inclemencias del tiempo también tienen repercusiones financieras. Basándose en su investigación sobre la resiliencia de los seguros (la proporción de activos físicos asegurados contra peligros climáticos), desde esta perspectiva Swiss Re Institute encuentra que la baja penetración de los seguros hace que importantes motores de crecimiento global como China e India se encuentren entre los menos preparados para enfrentar las crecientes pérdidas derivadas de la intensificación de los riesgos climáticos.
El primer paso para reducir las pérdidas es reducir el potencial de pérdidas mediante medidas de adaptación. El seguro puede compensar las pérdidas residuales. Algunos ejemplos de medidas de adaptación son la aplicación de códigos de construcción, el aumento de la protección contra las inundaciones y la vigilancia de los asentamientos en zonas propensas a los riesgos naturales.
Aun así, la adaptación y los seguros sólo pueden llegar hasta cierto punto. La mitigación del cambio climático (es decir, la reducción de emisiones) es fundamental para contrarrestar los efectos económicos generales del calentamiento global.
Como inversores a largo plazo, las aseguradoras pueden contribuir a la financiación de los esfuerzos de mitigación y la infraestructura de adaptación. También pueden financiar proyectos positivos para el clima, compartir conocimientos sobre riesgos e incentivar comportamientos de mitigación de pérdidas.