Ante la gravedad que se vive por la contingencia sanitaria en México y el impacto a la economía de millones de personas que dependen directa o indirectamente del sector forestal, más de 210 representantes del sector forestal hacen un llamado al gobierno federal a desarrollar una estrategia conjunta que incida de forma positiva en la gestión sostenible de los recursos forestales y en el bienestar de miles de personas que dependen de la actividad en bosques.
La labor detrás del sector forestal es un aporte vital a la seguridad de los ecosistemas, por lo que al realizarse de manera responsable asegura la diversidad biológica y los servicios ambientales que la mayoría de la población disfruta en las ciudades.
Diversas comunidades, pueblos indígenas, ejidos, empresas forestales comunitarias (EFC), operadoras turísticas sociales, industriales madereros y organizaciones de la sociedad civil alertan que la actual crisis sanitaria significará un cambio en la forma de vida, trabajo y consumo en torno al sector forestal, lo que impactará negativamente en el bienestar social, económico y ambiental del país.
Las EFC y sus aliados advierten sobre el grave momento que atraviesan y que pone en riesgo su supervivencia, lo que podría comprometer la estabilidad del tejido social productivo ante los efectos de la recesión originada por la pandemia y la pérdida de competitividad del bosque versus otros usos de suelo.
De no abordarse esta problemática de manera contundente y decisiva, se incrementará y generalizará el riesgo de deforestación. Está problemática se vuelve más crítica en un contexto de cambio climático, en donde requerimos más y mejores bosques para mitigarlo.
Ante un escenario que prevé nulo crecimiento, los productores; que en su mayoría son campesinos e indígenas, empresas y organizaciones de la sociedad civil provenientes de 22 estados del país, demandan urgentemente el respaldo del gobierno federal para salvaguardar a las poblaciones que custodian los bosques, así como a las empresas que adquieren y transforman los productos forestales en las diversas cadenas de valor para múltiples sectores productivos.
Es relevante mencionar que los núcleos agrarios, a través de sus empresas forestales, han realizado grandes contribuciones para reducir las desigualdades, así como la creación de empleos dignos, logrando salvaguardar la biodiversidad siempre con el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, entre otras aportaciones.
Con la finalidad de enfrentar la actual situación, los convocantes hacen un llamado al gobierno a construir una estrategia para la reactivación económica y de empleo en el sector forestal y actividades de silvicultura comunitaria y estar en condiciones de amortiguar los efectos más agudos de la crisis.
La estrategia debe considerar el reconocer la importancia del sector forestal impulsando las políticas gubernamentales y las asignaciones presupuestarias hacia una economía sostenible de empresas comunitarias que tengan y promuevan buenas prácticas en toda la cadena de valor, así como la creación de un fondo de contingencia para salvaguardar al sector forestal y las actividades de silvicultura en futuras crisis.
El sector forestal debe considerarse un sector esencial como el sector alimentario. El trabajo de algunas empresas para fabricar tarimas y empaques influyen en la producción y distribución de alimentos al igual que los productos de higiene y salud que provienen del aprovechamiento de los bosques y que demandan las ciudades en esta pandemia. Al reconocer el valor de los productos y servicios ambientales derivados del buen manejo de los bosques, se propicia a que estas empresas tengan mejores condiciones al ser más visibles, rentables y competitivas.
Además, para retribuir a los núcleos agrarios su labor, es necesario generar mecanismos de compensación económica para el sector privado que no cumpla con las medidas necesarias de desarrollo sostenible, así como eficientar la cooperación de dependencias gubernamentales para frenar la tala clandestina, la corrupción, el tráfico de vida silvestre y el cambio de uso de suelo, así como para agilizar y reducir la tramitología con el fin de facilitar el manejo forestal sostenible.
México cuenta con una superficie forestal, incluyendo todo tipo de ecosistemas, de 137.8 millones de hectáreas. Esto equivale al 47.7% de la superficie total del país. De esta superficie, 62.6 millones de hectáreas son propiedad social, es decir, pertenecen a ejidos y comunidades.
Actualmente, aproximadamente 5.5 millones de hectáreas tienen permiso de aprovechamiento para extraer madera, de las cuales sólo 1.3 millones de hectáreas cuentan con certificación internacional de buen manejo forestal bajo el sello del Forest Stewardship Council (FSC® por sus siglas en inglés).
Tomando en cuenta la gran demanda de productos del bosque en nuestro país, que para satisfacerla importamos usualmente tres cuartas partes de lo que consumimos de otros países y que el manejo forestal sostenible permitiría no sólo satisfacer dicha demanda, sino conservar y expandir la cobertura forestal, así como tener mejores condiciones de vida para la población, es prioritario incrementar el porcentaje de bosques manejados en México con los mejores estándares y buenas prácticas internacionales posibles, como lo son los que determina el FSC®.
Comunicado de prensa.
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