De acuerdo con The Guardian, un nuevo análisis muestra que los niveles de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos están aumentando a medida que la administración de Trump retrocede en los esfuerzos para frenar el cambio climático .
Las emisiones de carbono aumentaron considerablemente el año pasado, teniendo un crecimiento del 3,4%, de acuerdo con las nuevas estimaciones de la empresa económica Rhodium Group.
El salto en las emisiones de ese año es el más grande desde que se recuperó de la recesión en 2010. Es la segunda ganancia más grande en más de dos décadas.
El informe señala que desde 2016, el ritmo en la disminución de las emisiones en los Estados Unidos se ha desacelerado, de 2.7% en 2015 a 1.7% en 2016 a 0.8% en 2017
«Como notamos en esta ocasión el año pasado y en nuestro informe anual en balance ésa desaceleración en el progreso, combinada con la falta de una nueva acción de política climática a nivel federal, puso en riesgo el objetivo de reducción de emisiones de los EE. UU. en virtud del Acuerdo de París : un recorte de 26-28% por debajo de los niveles de 2005 para 2025, fuera de alcance», destaca el informe.
Los datos preliminares del año pasado sugieren que la brecha que Estados Unidos debe cerrar para alcanzar ese objetivo se hizo más grande, no más pequeña.
Por su parte, The Guardian señala que las plantas de carbón se están cerrando, pero la demanda de electricidad está creciendo. La energía de combustión de gas natural emite aproximadamente la mitad de carbono que el carbón, pero aún contribuye al cambio climático.
Pero la EPA está rescindiendo el trabajo climático de la era de Obama, incluidas las regulaciones destinadas a acelerar el cambio del carbón. La agencia sostiene que la agenda de Donald Trump está impulsando la innovación energética que podría ayudar a reducir las emisiones.
Los expertos en energía; sin embargo, dicen que Trump está haciendo lo contrario al deshacer las reglas y políticas que podrían haber acelerado el crecimiento renovable y al prescindir de nuevas regulaciones más allá del sector eléctrico.
Rhodium Group rastrea el gas de efecto invernadero más frecuente, el dióxido de carbono. La firma encontró una modesta disminución de las emisiones de carbono entre 2016 y 2017, en parte debido a un invierno más cálido de lo habitual que no requería tanto calor. Desde entonces, la producción de carbono ha aumentado.