El PIB de América Latina y el Caribe vuelve a una senda de bajo crecimiento, con un aumento del 2.7% en 2022, frente al 6.5% registrado el año pasado, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que alerta de que la región se enfrenta “a un panorama económico y social muy complejo”.
“La desaceleración económica se ha visto profundizada por los efectos de la guerra entre la Federación de Rusia y Ucrania, lo que se suma a las crecientes limitaciones que enfrenta la política macroeconómica interna para impulsar el crecimiento”, señala el informe.
Si bien algunos países de la región (principalmente los exportadores netos de energía) se han visto beneficiados por el alto precio de estos productos en los mercados internacionales, en la mayoría de los países se están presentando caídas de los términos de intercambio, junto con una desaceleración de las exportaciones.
Además, la inflación ha aumentado, colocándose en un promedio regional de 8.4% en junio de 2022, por el encarecimiento de los alimentos y la energía.
En la conferencia de prensa de presentación de su Estudio Económico 2022, celebrada en Santiago de Chile, la CEPAL actualizó sus grises proyecciones de crecimiento para las subregiones en el año en curso: América del Sur, 2.6% frente al 6.9% de 2021; el grupo formado por Centroamérica y México, 2.5% en comparación con un 5.7% del año anterior; y el Caribe (la única subregión que crecerá más que en 2021) un 4.7%, sin incluir Guyana, con respecto al 4.0% del año pasado.
La CEPAL aclaró que estos pronósticos son promedios que esconden muchas realidades nacionales y recordó la alta heterogeneidad de los países de la región.
“Este año, 16 países de la región, es decir casi la mitad, no habrán recuperado el nivel del PIB que tenían antes de la pandemia”, recalcó Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL.
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Falta de inversión
Al respecto, el informe enfatizó que más allá de la dinámica del ciclo económico, el bajo crecimiento de la inversión en las últimas tres décadas se ha transformado en una limitante estructural del desarrollo, por lo que es crucial reactivar la dinámica de inversión para un crecimiento sostenible e inclusivo.
“La inversión es el puente entre el corto y mediano plazo y es esencial para hacer frente al cambio climático”, afirma el texto. El estudio refiere que entre 1951 y 1979 la inversión creció en promedio un 5.9% anual, mientras que entre 1990 y 2021 esa cifra llegó apenas a un 2.9% anual.
En este contexto, la CEPAL urge a aumentar la inversión en América Latina y el Caribe, subrayando que en 2021 se ubicó en los niveles más bajos con respecto a otras regiones.
La CEPAL considera que si bien una parte importante del financiamiento para incrementar la inversión debe provenir de la movilización de recursos internos, la cooperación internacional es muy importante en el proceso. “Por ello, la asistencia oficial para el desarrollo y el financiamiento de instituciones financieras globales y de los bancos de desarrollo deben incrementarse de manera significativa”, puntualiza.
Con información de ONU noticias.
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