Por: Ixchel Bautista
Earthgonomic
Los hongos no son plantas ni animales, de hecho, tienen su propio reino, el reino fungi, que alberga una enorme variedad de formas, tamaños, colores y olores; desde los mohos que salen sobre el pan olvidado, la penicilina, cuyo complejo activo se aisló de un hongo, hongos tóxicos, medicinales y comestibles, como el caso del Huitlacoche.
En el caso de los hongos comestibles tenemos a los silvestres y a los cultivados. Los hongos silvestres comestibles se hacen presentes durante la temporada de lluvia, aproximadamente de junio a septiembre, entre estos meses, destaca el mes de agosto, transformándose en «hongosto», debido a la constancia de las precipitaciones de los meses anteriores «hongosto» tiene las condiciones ideales para cubrir de hongos grandes áreas del bosque, haciéndose presentes champiñones, pancitas, yemitas de huevo, mazorquitas, gachupines, entre muchos otros hongos, sin embargo, ¿Qué pensarías si te dijeran que en realidad esos no son hongos?, bueno, si son parte de los hongos pero su nombre correcto es esporoma o cuerpo fructífero, y es la estructura que utiliza el hongo verdadero para reproducirse.
México es uno de los países que más consumen hongos silvestres comestibles
El hongo verdadero se encuentra bajo tierra, se llama micelio y es el conjunto de células alargadas denominadas hifas, y está presente durante todo el año; como parte de su ciclo de vida desarrollan esporomas, que producen y liberan esporas, a través de las cuales nacerán nuevos hongos. Para que los esporomas se desarrollen, son necesarias ciertas condiciones ambientales, por ejemplo, temperatura y humedad, es por esto que durante la temporada de lluvias, estas estructuras invaden el bosque.
Por otro lado tenemos a los hongos comestibles cultivados, que podemos tener durante todo el año, como el caso del champiñón (Agaricus bisporus), o de las setas (Pleurotus sp), de hecho, México es pionero en el cultivo de setas en América Latina, iniciando con esta actividad en la década de los 70’s. El proceso de cultivo controla diversos parámetros ambientales, imitando las condiciones de la naturaleza en las que se desarrollan los hongos, de esta manera podemos gozar de platillos preparados con hongos todo el año.
La ciencia encargada del estudio de los hongos es la micología (del griego mykes= hongo y logos=estudio, tratado); se estima que en México hay 200,000 especies de hongos, de los cuales únicamente conocemos el 5%.
Para estudiar mejor a los hongos se han clasificado en distintos grupos, en el caso de los hongos macroscópicos (los que podemos ver a simple vista), se han dividido principalmente en los grupos Ascomycota y Basidyomicota, dependiendo del tipo de espora que producen. También son estos grupos los que en su mayoría conforman a los hongos comestibles silvestres y cultivados.
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Los hongos son catalogados como un recurso forestal no maderable, con una importancia ecológica, alimenticia, cultural y económica, siendo parte del patrimonio biocultural del país. Además, para las comunidades rurales y semirurales, la recolección y comercialización de los hongos representa un ingreso extra, además de contribuir con su dieta. Estas comunidades poseen un conocimiento profundo acerca de los hongos, que se ha transmitido de generación en generación desde la época prehispánica, y gracias a este conocimiento tradicional podemos conocer más detalles acerca de los hongos. No es de extrañar que México sea uno de los países que más consumen hongos silvestres comestibles, de hecho, únicamente es rebasado por China.
Los humanos hemos interactuado con los hongos desde hace mucho tiempo, y cada vez cobran más relevancia como elemento fundamental en los ecosistemas, son degradadores de materia orgánica, hacen asociaciones con otros organismos, como el caso de las micorrizas (planta-hongo), o los líquenes (alga-hongo), además, poseen una amplia importancia cultural, algunos de ellos son empleados en ceremonias religiosas, y también es importante conocerlos e identificarlos adecuadamente para evitar intoxicaciones. Dada la importancia de los hongos, la Asociación Internacional de Micología propuso el término funga para agrupar a la biodiversidad de los hongos presentes en los ecosistemas, y se espera que se utilicen las 3 F (Flora, Fauna y Funga) cuando se hable de la biodiversidad presente en el planeta.
Este artículo fue publicado por Earthgonomic, lea el original aquí.
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