El dinero recaudado se destinará a actividades de sensibilización en favor del insecto
En el proyecto también participaron estudiantes del IPN y la UNAM
En un pequeño taller de confección de Nezahualcóyotl salieron 6,000 abejas de peluche en el mes de noviembre rumbo a restaurantes Toks que sirvieron para fomentar la sensibilización del papel que tienen en la biodiversidad mexicana.
Un pequeño grupo de autoayuda ubicada en esta colonia metropolitana funcionó como colmena para obtener fondos con el que continuar proyectos que fomenten la protección de este insecto.
El pasado 28 de enero, miembros del equipo de Responsabilidad Social de restaurantes Toks acudieron con su director, Gustavo Pérez, a la cabeza al taller para hacer la entrega de un cheque simbólico por 124,7000 pesos.
Javier Solís, responsable de este taller conformado por un grupo de autoayuda para ex adictos aseguró que “este proyecto no fue tan fácil al no estar acostumbrados a este tipo de proyectos”, pero añadió que les permitió obtener mejoras en su proceso de producción.
Tras este pedido se encuentra Gaby Díez quién trabaja de la mano de Abejas por la Vida y la Salud FunSaed. Con el dinero obtenido espera poder llevar a cabo nuevos proyectos de sensibilización a favor de este insecto responsable de la polinización de muchas especies vegetales, entre ellos una obra de teatro y una serie para televisión.
Claudia Solís destacaba junto a Gabriel Solís, diseñador de los peluches, que durante la producción aprendieron mucho sobre las abejas y su importancia, “pero vimos que con nuestro trabajo se puede trascender y beneficiar a la comunidad”.
Gustavo Pérez señaló que “el 70% de los cultivos para consumo humano son polinizados por abejas y su desaparición está provocando que en muchas regiones descienda la productividad”. “Las necesitamos para comer y debemos visibilizar este problema”, añadió.
Restaurantes Toks distribuyó los 6,000 peluches encargados en sus establecimientos “desde Tijuana hasta Chiapas”. Además, instruyeron sobre el tema a sus comensales con manteletas. El peluche recibió el nombre de Kaabi que significa abeja en maya y en el proceso de elección de su nombre participaron medio centenar de estudiantes del IPN y de la UNAM.