Por Rubén Moreno
Gerente de Comunicación y Asuntos Corporativos de Unilever México
El reciclaje se ha convertido en un tema de interés entre las empresas con la finalidad de sumar esfuerzos para restaurar la salud del planeta. Por ello, incluir a la sustentabilidad en el ADN de todas las operaciones y adoptarla como parte del día a día ha tomado una relevancia absoluta.
De esta forma es que, desde hace más de una década, en Unilever impulsamos la economía circular en donde no solo reciclamos, sino también reusamos o, en los casos de ser posible, reincorporamos los residuos en nuestra cadena de valor para aprovecharlos de la mejor manera y, así, reducir la generación de residuos para impactar positivamente nuestro entorno y al medio ambiente.
Lo anterior se ha vuelto elemental, sobre todo en México, en donde se estima que se generan diariamente 120 mil 128 toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), de los cuales en promedio se recolecta el 84%, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la fase de diseño
Existen muchas acciones alrededor de este tema, pero una de las grandes apuestas que realiza Unilever a nivel global es la adopción de compromisos en materia de plásticos, convirtiéndose en 2019, en ser la primera compañía de bienes de consumo en firmar estos compromisos ante el Senado de la República en México.
Estos compromisos están basados en la estrategia de reducir la huella ambiental por el uso del plástico, e impulsar la generación de una economía circular, a través de cinco objetivos con miras al año 2025: 1)Todos nuestros empaques serán reutilizables, reciclables o compostables; 2) Incrementar el uso de plástico reciclado contenido en nuestros empaques en al menos 25%; 3)Reducir el uso de plástico virgen en un 50%; 4)Ayudar a recolectar y procesar más envases de plástico de los que vendemos; 5) Apoyar la educación sobre economía circular a través de programas y plataformas educativas, junto con nuestros aliados estratégicos.
Uno de los grandes beneficios de la economía circular, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, es la reducción de las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero, además de que el hecho de crear productos más eficientes y sostenibles desde el principio ayudaría a reducir el consumo de energía y recursos, ya que se calcula que más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la fase de diseño.
Desde 2014, la compañía no envía residuos a relleno sanitario en ninguna de sus operaciones a nivel global, y busca reaprovechar en la misma industria y en otras, por ejemplo, los lodos residuales de las plantas de tratamiento de agua, que son procesados para utilizarse como fertilizante. Así mismo, los residuos orgánicos de las marcas de alimentos son llevados a granjas para servir como comida para ganado.
Sin duda, la correcta gestión de residuos es uno de los mayores retos en el planeta y no puede pasar desapercibida. En este sentido, debemos seguir generando iniciativas para abordar estos desafíos, integrando plenamente la sustentabilidad en todo lo que hagamos buscando el bienestar social y medio ambiental, siendo el reciclaje un importante eslabón en la cadena de valor para dar una segunda vida a los recursos y evitar que estos se conviertan en desperdicios.
Seguiremos trabajando para generar un cambio en la forma en que usamos el plástico tratando los residuos como un recurso valioso, transformando nuestros envases e impulsando una economía circular.