La investigación en neurociencias y ciencias sociales muestra que el 85% del desarrollo del cerebro tiene lugar en los primeros 5 años de vida. En particular, los tres primeros años de vida son vitales para el despertar del potencial de los niños. Para llamar la atención sobre esta importante fase del desarrollo del niño y renovar los compromisos con la atención y la educación de la primera infancia, más de 2,500 participantes de 147 países se reunieron en la Conferencia Mundial, entre ellos jefes de Estado, ministros, educadores y expertos.
«Invertir en la primera infancia es crucial para reducir las desigualdades sociales, pues estas surgen incluso antes de nacer. Durante mucho tiempo, la primera infancia ha sido un punto ciego en las políticas públicas. El aumento de la financiación, tanto nacional como internacional, marcará la diferencia para las generaciones futuras», dice Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.
Los países reafirmaron el compromiso de garantizar al menos 1 año de educación preescolar gratuita, en consonancia con el ODS 4
El documento final de la conferencia, la Declaración de Tashkent, adoptada por los países el último día de la conferencia, reafirma el derecho de todos los niños a la educación preescolar y pide además que se preste mayor atención a la educación medioambiental para garantizar que la concienciación sobre el cambio climático y el desarrollo sostenible comience a darse en los primeros años.
«Es muy urgente resolver la cuestión de la educación de calidad para los niños pequeños a nivel mundial y desarrollar soluciones conjuntas para estos problemas», comenta Shavkat Mirziyoyev, presidente de Uzbekistán. E instó a incluir la educación de la primera infancia como tema principal de la Cumbre sobre el Futuro de la ONU en 2024.
Un informe de la UNESCO preparado para la conferencia mostró que, a nivel mundial, la participación en la educación preescolar ha crecido significativamente en los últimos diez años, pasando del 46% en 2010 al 61% en 2020. Sin embargo, la tasa de participación apenas alcanza el 20% en los países de renta baja, mientras que la asignación presupuestaria a la educación preescolar en estos países es del 2% del total de los presupuestos de educación. En la actualidad, 1 de cada 4 niños menores de 5 años no ha recibido nunca ningún tipo de educación preescolar, lo que representa 33 de los 134 millones.
Uno de los obstáculos es la falta de profesores y cuidadores de preescolar cualificados. La UNESCO calcula que se necesitan otros 9.3 millones de educadores a tiempo completo para que la educación preescolar sea universal en 2030. Otros retos son la fragmentación de las políticas y la falta de oferta pública.
En 2023, la UNESCO trabajará con sus socios para definir las primeras normas internacionales para la certificación profesional de los educadores de la primera infancia, como las que ya existen para los profesores de primaria y secundaria. Para mantener el impulso de la Conferencia, también colaborará con sus socios, entre ellos el UNICEF y el Banco Mundial, en la publicación de un informe mundial bianual sobre la primera infancia, con el fin de orientar a las políticas públicas.
La Conferencia Mundial fue organizada por la UNESCO y acogida por el Gobierno de Uzbekistán.
Con información de la UNESCO.
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