Estados Unidos alerta del incremento de productos y países que utilizan mano de obra infantil. El Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicó el informe Sudor y esfuerzo: trabajo infantil, trabajo forzado y trata de seres humanos en el mundo, un reporte bienal sobre la materia que realiza la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (ILAB, por sus siglas en inglés) de dicho departamento.
En esta última edición, México obtiene la calificación de país con Avances Significativos, siendo uno de los seis países que obtiene esta puntuación de los 131 evaluados. Todo eso a pesar de incluir hasta 15 productos que emplean mano de obra infantil en el país y dos de ellos trabajo forzado.
La agricultura (40.3%) es el sector que más acapara mano de obra infantil frente al de servicios (31.9%) y a la industria (27.8%). La producción de chiles y la de tomates se encuentran entre las actividades que recurren a trabajo forzado. Otros cultivos como frijoles (ejotes), café, pepinos, berenjenas, melones, cebollas, caña de azúcar y tabaco, emplean trabajo infantil, según el informe.
En la industria, el informe indica que hay niños y niñas trabajando en la producción de ropa y también en artículos de cuero y accesorios.
Se estima que 30,000 niños mexicanos se han unido a grupos delictivos
El reporte elaborado por la ILAB, apunta al trabajo callejero como vendedores ambulantes, limpiabotas, mendigos, lavadores de coches y maleteros, el trabajo en talleres mecánicos y bares, la recolección de basura en vertederos y reciclaje, y el trabajo doméstico, como formas de explotación infantil que se dan en México.
También revela que las infancias en el país, se ven sometidas a las peores formas de trabajo infantil como son el trabajo forzoso en el servicio doméstico, venta ambulante y mendicidad; Explotación sexual comercial, incluida la producción de pornografía, a veces como resultado de la trata de personas; Utilización por parte de cárteles para realizar actividades ilícitas, incluida la producción de amapolas para la heroína, el tráfico de drogas, el robo de combustible y la realización de ataques armados, a veces como resultado de la trata de personas.
Sin embargo, el reporte destaca que en 2023, México logró avances significativos en sus esfuerzos por eliminar las peores formas de trabajo infantil. El gobierno aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley del Seguro Social para salvaguardar aún más los derechos de los trabajadores y garantizar la seguridad social, los contratos escritos y el acceso a servicios esenciales, como el cuidado infantil.
El gobierno también emitió una resolución relacionada con la prohibición de la importación de bienes fabricados con trabajo forzoso u obligatorio, incluido el trabajo infantil forzoso. Además, los secretarios de trabajo estatales, la comisión federal para la atención del trabajo infantil y la red de comisiones estatales firmaron un pacto nacional, el Pacto del Mayab, que establece objetivos compartidos de alto nivel para combatir el trabajo infantil y el trabajo forzoso en México.
Además, la comisión federal para la atención del trabajo infantil emitió una guía para empleadores sobre las condiciones generales de trabajo, el cumplimiento de la normativa y los beneficios para los adolescentes que trabajan legalmente, y un manual digital para informar a los adolescentes de 15 a 17 años sobre sus derechos laborales.
A pesar de estos esfuerzos, algunos inspectores laborales a nivel estatal realizan inspecciones en el sector informal sólo en respuesta a denuncias formales. Además, los 529 inspectores laborales federales son insuficientes para cubrir a los más de 59,2 millones de trabajadores del país. Por último, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social carece de un sistema interno para rastrear las violaciones en materia de trabajo infantil.
Los niños indígenas y afrodescendientes, los niños migrantes y refugiados, los niños de comunidades rurales y los niños con discapacidad son particularmente vulnerables al trabajo infantil en México, ya que tienen más probabilidades de enfrentar condiciones de pobreza extrema, falta de vivienda, discriminación y abuso, y tienen menos acceso a la educación y los servicios de protección social.
5 millones de estudiantes abandonaron la escuela entre 2022 y 2023 ante la falyta de recursos
Las niñas en México son particularmente vulnerables a la explotación sexual comercial, ya que representan el 80 por ciento de las víctimas. Los niños migrantes que viajan solos pueden estar expuestos a malos tratos y violencia, lo que los empuja al trabajo infantil informal mientras buscan fuentes de ingresos.
Además, los niños de las poblaciones indígenas tienen más probabilidades de trabajar en todos los sectores que los niños no indígenas. Los grupos delictivos organizados también obligan a los niños mexicanos a llevar a cabo asesinatos, servir como centinelas y producir, transportar y vender drogas, incluidas las amapolas de opio; se estima que 30,000 niños se han unido a grupos delictivos en México.
México se ha comprometido a brindar educación gratuita y obligatoria a los niños. Sin embargo, 5 millones de estudiantes, principalmente de zonas rurales, abandonaron la escuela entre 2022 y 2023 debido a la falta de escuelas y de conectividad a Internet y/o computadoras para el aprendizaje virtual.
Además, no hay suficientes escuelas en los estados agrícolas rurales, lo que ha impedido que los hijos de los trabajadores agrícolas, que en su mayoría son migrantes y/o de origen indígena, reciban educación. Los niños indígenas también tienen menos probabilidades de asistir a la escuela debido a la falta de escuelas cerca de sus hogares, la falta de materiales educativos e instrucción en lenguas nativas y la presencia del crimen organizado en las escuelas.