Un nuevo reporte global de World Animal Protection (conoce su sitio web aquí) revela que el entretenimiento con delfines es una industria multimillonaria que está siendo disfrazada como actividad familiar inocente, la cual atrae a miles de turistas que, por desconocimiento, siguen aportando a esta industria siniestra.
Millones de amantes de los animales cada año son convencidos que estos espectáculos con delfines y las experiencias vendidas por los grandes del turismo son libres de crueldad, educacionales y en beneficio de la conservación. Pero esto no podría estar más alejado de la realidad. La industria está recibiendo miles de millones de dólares gracias a la captura cruel de delfines que son usados para el entretenimiento.
«Para un animal salvaje como un delfín, una expectativa de vida en una caja» , Nick Stewart, jefe global de la Campaña de Delfines de World Animal Protection
El reporte, “Behind the Smile” (Detrás de la Sonrisa, en español), es la evaluación más completa sobre la situación de los delfines en cautiverio hecha hasta la fecha, revela que globalmente:
- Hay 336 lugares que usan a los delfines como entretenimiento en 54 países, incluyendo Estados Unidos, México, el Caribe y China, países que reúnen la mayor cantidad de delfines en cautiverio, con un total de 3,029.
- Estos delfines en cautiverio generan anualmente la asombrosa suma de 1.1 a 5.5 mil millones de dólares para los propietarios del lugar, sin incluir los ingresos adicionales que reciben por venta de souvenirs, comida y alojamiento.
- Los delfines han sido, y siguen siendo, extraídos de la naturaleza de las aguas alrededor de Cuba, Japón, República Dominicana, Haití, México, Islas Salomón y África occidental, por nombrar solo algunos lugares.
- Más del 60% de todos los delfines en cautiverio a nivel mundial se encuentran en tan solo cinco países: China (23%), Japón (16%), Estados Unidos (13%), México (8%) y Rusia (5%).
Sin embargo, considerando las regiones geográficas, en México, el Caribe, Bahamas y Bermudas se encuentra aproximadamente uno de cada cinco delfines en cautiverio a nivel mundial y, por tanto, son puntos de actividad importante para la industria.
«Con estos números en la mano, está claro por qué esta industria está desesperada por engañar al público para proteger los miles de millones de dólares recibidos a expensas de estos animales. El sufrimiento inherente se asocia con todas las etapas de la vida de los delfines en cautiverio; aunque los delfines parecen sonrientes y felices, experimentan estrés y sufrimiento en cada etapa de sus vidas» , señala la organización.
En su ambiente natural, los delfines nadan libremente a lo largo de 100 km2, e incluso más. Pero en los tanques de concreto solo pueden hacerlo en un espacio 200 mil veces más pequeño que en los océanos, expuestos a infecciones y químicos, y normalmente drogados para poder soportar el cautiverio. Tristemente solo pueden nadar en pocos metros. La ansiedad y el estrés pueden causar automutilación y los puede volver agresivos.
Nick Stewart dijo que «el entretenimiento con delfines es crueldad animal disfrazada como una actividad familiar. Así sean reproducidos en cautiverio o capturados de su ambiente natural y separados de sus madres, estos animales inteligentes y sociables están siendo condenados a una vida en prisión, y reducidos a animales que realizan trucos a cambio de comida. Para un animal salvaje como un delfín, una expectativa de vida en una caja» .
Por su parte Virgin Holidays, TripAdvisor, Airbnb, British Airways Holidays y Booking.com anunciaron este año que no van a vender o promocionar atracciones con delfines o ballenas en cautiverio.
Comunicado de prensa