La alarmante problemática de los suelos contaminados se ha traducido en la contaminación progresiva, con una miríada de compuestos químicos, de una enorme superficie de suelo a escala mundial, resultado de un desarrollo industrial poco respetuoso con el medio ambiente.
Para ayudar a eliminar se forma considerable la contaminación de este medio, se han realizado técnicas ahora conocidas como fitorremediación, la cual consiste en una ecotecnología, basada en la capacidad de algunas plantas para tolerar, absorber, acumular y degradar compuestos contaminantes, está siendo aplicada para recuperar suelos contaminados tanto con compuestos orgánicos como inorgánicos.
Además de ser una técnica innovadora frente a las prácticas profesionales que comúnmente se realizaban, presenta ventajas de carácter ambiental, económico y tecnológico en las que se puede destacar su menor coste económico, su aproximación más respetuosa con los procesos ecológicos del ecosistema, y el hecho de ser una tecnología social, estética y ambientalmente más aceptada.
¿Cómo funciona la fitorremediación?
Algunas plantas tienen la capacidad para metabolizar o acumular compuestos orgánicos, ya que son utilizados por los microorganismos como fuente de carbono.
Para la fitorremediación de contaminantes orgánicos se toma en cuenta los siguientes aspectos:
- El metabolismo de los contaminantes al interior y al exterior de la planta.
- Los procesos que conducen a la completa degradación de los contaminantes.
- La absorción de los contaminantes.
Actualmente se consideran cuatro estrategias de fitorremediación principales:
- Fitoextracción: La planta absorbe los contaminantes a través de las raíces y los acumula en grandes cantidades en la biomasa aérea retirándose los contaminantes del suelo a través de su cosecha.
- Fitoestabilización: La planta es capaz de secuestrar o inmovilizar los contaminantes en la raíz y/o en su zona de influencia.
- Rizodegradación: Las raíces de las plantas liberan ciertos compuestos al suelo de su entorno, estimulando la supervivencia, el crecimiento y la actividad de los microorganismos de la rizosfera que degradan los contaminantes orgánicos.
- Fitovolatilización: Algunas plantas captan contaminantes y los liberan en una forma menos tóxica a la atmósfera a través de la transpiración.
Enfatizar que la fitorremediación presenta un enorme potencial como tecnología de recuperación de suelos contaminados y respetuosa con el medio ambiente y con los procesos ecológicos que en él se desarrollan es de vital importancia para conocer y aplicar nuevas alternativas para mejorar la situación medioambiental.
La capacidad de las plantas para absorber, adsorber, metabolizar, acumular, estabilizar o volatilizar contaminantes orgánicos y/o inorgánicos; aunada a las complejas interacciones que establecen con la rizósfera, así como la generación de plantas genéticamente modificadas, confieren a esta tecnología importantes ventajas sobre otros métodos convencionales de remediación de la contaminación.
Este artículo fue publicado por Earthgonomic, lea el original aquí.
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