El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, lanzó un llamamiento humanitario que busca recaudar 43 millones de dólares en apoyo a las tareas de respuesta tras el devastador terremoto que azotó Siria y Turquía la madrugada del pasado lunes 6 de febrero.
Una cantidad que “aumentará a medida que la magnitud de esta catástrofe sea más evidente”, matizó, y destacó la necesidad de redoblar los esfuerzos de respuesta para llegar a más poblaciones afectadas en todas las regiones.
Tras visitar las áreas afectadas por el sismo en la ciudad de Alepo, Tedros explicó en conferencia de prensa en Damasco, la capital de Siria, que la agencia ya consiguió distribuir 110 toneladas de suministros médicos en las zonas afectadas dentro del país.
Tedros celebró el reciente anuncio de Estados Unidos por el que suspende durante 180 días las sanciones impuestas a Siria y aplaudió la reciente aprobación del gobierno de la República Árabe Siria para que la ONU efectúe transportes transfronterizos.
“Una vez más, la OMS se compromete a apoyar al pueblo sirio ahora, y en los días, semanas, meses y años venideros, para responder a este desastre y construir un sistema de salud más sólido para todos los sirios”, afirmó el director general de la agencia.
Enviado especial de la ONU para Siria: «lloramos cada vida perdida»
El enviado especial del secretario general para Siria, Geir Pedersen, llegó este domingo a Damasco y calificó los terremotos de Turquía y Siria como una de las peores catástrofes naturales y humanitarias de la historia.
Pedersen expresó sus condolencias a la población de ambos países e indicó que «lloramos cada vida perdida». Asimismo, también alabó el heroísmo “por parte de individuos, civiles y organizaciones humanitarias que intentan salvar vidas”, por lo que indicó la necesidad de “apoyar estos esfuerzos».
El enviado explicó que su visita a Siria ya estaba programada antes del terremoto, pero que ahora la atención se centra en el impacto de la catástrofe natural.
Subrayó que las agencias humanitarias de la ONU harán todo lo posible para ayudar a los sirios afectados, “intentando movilizar la ayuda que sea necesaria”. Al mismo tiempo, recordó la necesidad de no politizar la entrega de ayuda humanitaria ya “que es el momento de unir esfuerzos para apoyar al pueblo sirio”.
“Así que necesitamos todo el acceso que podamos tener, a través de las líneas, a través de las fronteras, y necesitamos más recursos. Estoy en estrecho contacto con la familia humanitaria de la ONU, estamos trabajando juntos para tratar de movilizar este apoyo y ese es, por supuesto, mi mensaje clave durante esta visita a Siria”, declaró.
La gente del noroeste de Siria se siente abandonada
El coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, visitó el paso fronterizo de Bab al-Hawa, en la frontera de Turquía con Siria, el único autorizado por el Consejo de Seguridad para el envío de ayuda de la ONU al noroeste de Siria.
Desde 2014, año en que comenzó la operación transfronteriza, la ONU ha enviado más de 55,000 camiones cargados de ayuda al noroeste de Siria. De los cuatro pasos fronterizos autorizados inicialmente por el Consejo de Seguridad, se han cerrado tres: Al-Ramtha (Jordania), Al Yarubiyah (Irak) y Bab al-Salam (Türkiye).
Griffiths también acudió al Centro de Operaciones de Transbordo de las Naciones Unidas, en la provincia de Hatay, donde presenció el traslado y la supervisión de 10 camiones cargados con ayuda proporcionada por la Organización Internacional para las Migraciones.
El coordinador señaló el aumentó del flujo de ayuda de la ONU al noroeste del país y subrayó la necesidad de abrir más puestos de control. «Hasta ahora hemos fallado a la gente en el noroeste de Siria. Con razón se sienten abandonados. Buscan ayuda internacional que no ha llegado. Mi deber y nuestra obligación es corregir este fracaso tan rápido como podamos», tuiteó Griffiths.
Con información de ONU noticias.
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