De acuerdo con el conteo realizado, hasta el 15 de agosto, al menos 514 migrantes habían perecido en su intento por llegar a un destino mejor que el que dejaban en sus países de origen.
Casi la mitad de las fatalidades ocurrió en la frontera entre Estados Unidos y México, según datos de la OIM.
La Organización Internacional para las Migraciones informó que en lo que va de 2019 han muerto al menos 514 personas en las rutas migratorias del continente americano, una cifra más de 30% por encima a la registrada durante el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 384 decesos.
En conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de la OIM detalló que 247 muertes, casi la mitad del total, sucedieron en la frontera entre Estados Unidos y México, mientras que el resto se reportó más al sur, en Centroamérica (80), cerca de las islas del Caribe (151) o en Sudamérica (30).
Joel Millman destacó que esta es la primera vez en los últimos seis años que las fatalidades rebasan el medio millar a esta altura del año.
“Las mujeres y niños suman una quinta parte de las muertes hasta el momento con 67 y 40, respectivamente. Sin embargo, todavía no se ha determinado la edad y género de los restos recuperados en 137 lugares”, detalló.
El portavoz señaló que la crisis en Venezuela, que ha generado más de 4 millones de refugiados desde 2015, podría explicar el aumento de los fallecimientos de este año y precisó que la OIM ha registrado 89 muertes confirmadas de ciudadanos venezolanos en Centro, Sudamérica y el Caribe.
“Los venezolanos son el segundo grupo con más víctimas, sólo detrás de la clasificación «no identificado», que suma 178 personas encontradas en el desierto o en el mar mucho después de haber perecido, por lo que quizá nunca se pueda confirmar su identidad o nacionalidad”, recalcó.
Con respecto al origen de los fallecidos cuya nacionalidad se ha confirmado, Millman indicó que provenían de Colombia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, México, Nicaragua y Ucrania.
Causas de las fatalidades
La causa principal de las muertes fue el ahogamiento en el mar, seguida por los accidentes carreteros y en las rutas de trenes, la deshidratación o exposición a la intemperie, los crímenes, las enfermedades o la falta de atención médica.
Millman aclaró que el total de víctimas no incluye a los por lo menos 11 fenecidos bajo custodia, ya fuera en centros de detención de Estados Unidos o de México, además de que se tiene información de más de 50 muertes no confirmadas que habrían ocurrido en México y Panamá.
Agregó que en los últimos diez días se recuperaron en Texas los restos de 15 personas, así como los de 3 más que se ahogaron tratando de cruzar el río Bravo. En California también hubo cinco muertos.
Políticas migratorias
Cuando se le preguntó si las políticas migratorias estadounidenses estarían haciendo más peligrosa la travesía de los migrantes, Millman respondió que las medidas de los gobiernos de todo el mundo para asegurar sus fronteras han orillado a los migrantes a recurrir a las organizaciones criminales.
“Este ha sido el caso de la frontera mexicana durante los últimos 20 años, donde el tráfico de personas se ha convertido en la norma desde los años del presidente Bush. Cuanto más difícil se hizo cruzar, más se acercaron los migrantes a los actores delictivos a quienes no les importa su seguridad”, enfatizó.
El portavoz habló asimismo de los secuestros de migrantes de países de renta baja que se dirigen a países ricos donde tienen familia. Esas personas se han convertido en el blanco de muchos criminales para cobrar por su rescate y se trata de un fenómeno que ocurre en todas partes, haciendo aún más riesgoso el entorno que enfrentan los migrantes.