Nuestro planeta está conformado en su mayoría por agua, cerca del 70% de la superficie terrestre está cubierta por ella; de ésta, sólo el 2.5% es agua dulce y se estima que menos del 1% de esta proporción está disponible para el consumo humano y el mantenimiento de los ecosistemas.
No cabe duda de que el agua es fundamental para el sostenimiento de la vida y las actividades humanas. Tan sólo los sectores agropecuario e industrial consumen en conjunto más del 88% del agua dulce accesible al ser humano. Esto representa un importante reto ambiental ante las proyecciones de crecimiento poblacional para las próximas décadas.
Frente a esta situación, en el año 2010 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció al agua y su saneamiento como un derecho humano clave para el desarrollo individual y social. Prontamente nuestro país siguió la medida y en el 2012 incluyó este derecho en su carta magna.
Cifras oficiales apuntan que mientras el 94% de los hogares del país cuentan con la infraestructura para recibir agua dentro sus viviendas, sólo el 69% de estos la obtiene de manera cotidiana. Esto significa que más de 38 millones de mexicanos no tienen acceso regular al vital líquido.
Con información de Living Circular Powered by Veolia: https://www.livingcircular.veolia.com/en/industry/honolulu-reuses-its-wastewater