Por: Dr. Roberto Carvallo Escobar, director general Terraética S.L.
No hace mucho tiempo, la política era un ejercicio público dedicado a mejorar las condiciones de vida de los conciudadanos y asegurando, sobre todo, la paz entre ellos.
No solo con Hobbes y su discurso del hombre malo que requiere de control político o con Rousseau y su idea del hombre naturalmente bueno, la política ha tenido que redefinirse.
Lo mismo fue con Maquiavelo, con Leibniz, con Hume y con Kant. Desde la esfera pública, fueron otros grandes personajes como Bismarck, Rosa Luxemburgo o Miguel de Unamuno sin olvidar a Sartre, Deleuze y muchos más.
En este continente, grandes ejemplos como Bolívar, José Martí, Vasconcelos y Alfonso Reyes han hecho también del ejercicio del pensar la política un ejercicio en el que más que debatir, es necesario ejercer.
La política tiene necesariamente una connotación de civismo, de vida cívica. Y es precisamente en la vida cívica donde con el paso de los años, se convierte tan necesario el pensarse nuevamente.
Sin embargo, el mundo el día de hoy, nos obliga a dar un paso más lejos de repensar la política. Las iniciativas de los gobiernos y plataformas abiertas, las iniciativas ciudadanas y las demostraciones de participación pública que nace en cada uno de los rincones de este mundo, conlleva una nueva responsabilidad desde la evidencia que es en anhelo de que la política regrese a la esfera de lo público.
Por todo esto es fundamental realizar nuevos ejercicios de pensar la política, pero ir más allá.
Quizá sea tiempo de reimaginarlacompletamente.
Las democracias actuales, por más complejas o rudimentarias que existan, se deben ver forzadas a comprender que el mundo es diferente. Más importante, deben identificar que las prácticas del pasado no pueden ser reestructuradas porque mantendrían las prácticas del pasado.
Una reconstrucción de la democracia abrirá entonces la puerta al futuro, dejando finalmente el pasado en la lejanía del porvenir, no solamente de una nación, sino del mundo que llamamos casa.
La reconstrucción en realidad no se podría basar entonces en una deconstrucción de la política sino en una idear una nueva cosmogonía de realidades destinados al futuro. Una cosmogonía que integra en sus ideales la creencia de que no hay nada imposible, por lejano que parezca.
Con gran optimismo se puede ver en todo el mundo que esos ideales siempre han estado presentes en líderes sociales y agentes de cambio de toda sociedad. Son evidentes en iniciativas ciudadanas y participación cívica que buscan cambiar el planeta entero, sin importar qué tantos paradigmas haya que romper.
Jóvenes de todo el mundo cada día reimaginan la política porque logran reimaginar el futuro. No es tarea fácil imaginar una nueva sociedad, sin embargo, está sucediendo y cada vez hay más personas uniéndose a pensar que todo es posible. Reimagina la política al imaginar un mundo diferente.
El pasado 2 de mayo, la iniciativa Reimaginando la política(Reimagining politics) realizó el primer Conversatorio de liderazgo político, innovación cívica, sustentabilidad real en la Universidad Autónoma de México (UNAM) donde participaron más de 30 jóvenes con iniciativas para reimaginar la política,auspiciado por Obdulio Ávila Mayo (Político mexicano y profesor de la Faculta de Derecho de la UNAM y Político mexicano) y liderados por Michael Meurer(fundador de Reimagining politics), Rodrigo Martínez Romero(Innovador social y promotor de la Política desde el Ser) y Roberto Carvallo Escobar(fundador de Terraética).
Se recopilaron más de 30 iniciativas de jóvenes soñadoresque podrás conocer próximamente el Resiliente Magazine.