Por: GenÉthico
Siempre hay temas de moda, cíclicos, estacionales o de temporada, como las frutas. La sostenibilidad está de moda y nunca una moda había sido tan necesaria. Lo peor de que sea una moda y no una convicción es que llenamos los medios de comunicación como diarios, webs y blogs de empresa de mensajes y contenidos relacionados con la sostenibilidad, pero con poco grado de conocimiento.
La sobre exposición a cantidades ingentes de contenido aumenta las posibilidades de estar expuesto a contenido ambiguo, condicionado a los intereses particulares de cada entidad o directamente contenido falso.
Si no hemos cultivado y educado el pensamiento crítico, la clasificación del contenido que recibimos va a ser prácticamente imposible. Incluso siendo críticos, a veces discernir qué datos son verdad y qué datos están manipulados dentro de un mismo contenido requiere de un tiempo que no tenemos. No obstante ¡siempre, siempre, siempre sean críticos!
La sostenibilidad en cifras de búsqueda
Es evidente que la sostenibilidad es una tendencia y, por tanto, un tema clave en los medios de comunicación. Esto se traduce también en las búsqueda sobre temas de sostenibilidad que hacen, en este caso, las españolas y españoles en internet.
Las búsquedas sobre medio ambiente han aumentado un 135% en los últimos 12 meses. El 84% de los españoles declaró estar preocupado por el medio ambiente, siendo un 78% aún más crítico aludiendo a la necesidad imperiosa de tomar acciones para revertir el cambio climático.
Otro dato interesante es que las personas entre 45 y 54 años son las más preocupadas con un 22%, pero les siguen muy de cerca, con un 21%, los comprendidos entre 35 y 44 años.
Además de estas franjas de edad, las mujeres parecen superar a los hombres en su interés con un 52% frente al 48%.
Como dato curioso, las personas que muestran esta preocupación por el medio ambiente también tienen intereses en la salud, el deporte y la cocina.
Las comunidades autónomas más preocupadas son: Castilla-La Mancha (230%), Cataluña (220%) y Comunidad Valenciana (180%). A continuación aparecen la Región de Murcia, Madrid, Andalucía, País Vasco y Canarias.
Éstos eran los datos del último estudio de Google realizado a finales del pasado mes de Abril.
Es evidente que dadas estas búsquedas y la relevancia de aspectos, como pueden ser las energías renovables, los contenidos editoriales se adecúen e intenten satisfacer la demanda de la audiencia.
La importancia de la comunicación consciente
Somos conscientes que las personas buscamos, cada vez más, contenido relacionado con la sostenibilidad. Sabemos que se están desarrollando cambios muy importantes con respecto a la selección de las compañías energéticas que abastecen nuestras viviendas y oficinas. Asimismo el consumo local ha aumentado e intentamos ser un consumidor más consciente, más responsable.
También que son muchos los medios de comunicación que han dedicado una sección exclusivamente a la sostenibilidad y otros utilizan hashtags específicos para clasificar los contenidos.
Sabemos todo eso, pero ¿se tiene interiorizado el conocimiento como para poder expresar estas ideas en todo lo que comuniquemos? Creemos que no. Pasamos de hablar de la importancia que tiene no aumentar la temperatura de la tierra ya que será devastador a promover los cruceros vacacionales.
A su vez, todos hemos visto cómo en un mismo bloque de noticias donde hablamos de los devastadores incendios que tuvieron lugar en Australia, España o el Amazonas; después pasábamos a la siguiente noticia dónde hablábamos del último récord Guinness comiendo hamburguesas.
Parece que le hemos dado al cambio climático una entidad individual. Es decir, es como si fuera una persona tóxica a la cual queremos echar del grupo.
El cambio climático no es más que la consecuencia de las acciones humanas. Los incendios del Amazonas tienen más que ver con la idea de comerse 50 hamburguesas en 1 minuto que por acontecimientos climáticos cíclicos. Tiene más que ver con abalar lo poco que hacen algunas empresas que a su vez han sido las principales responsables de desastres medioambientales.
Hemos visto un boom publicitario donde las marcas exponen su compromiso con el desarrollo sostenible, con cuidar del planeta. Incluso conceptos de negocio que forman parte del problema hablando de lo que hacen en materia de sostenibilidad cuando lo más sostenible es que no existieran.
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Sí, sabemos que puede sonar muy radical, pero somos radicalmente conscientes de que planeta Tierra solo hay uno. No podemos olvidar que es él y sus condiciones las que nos permiten vivir y no al revés.
No hablamos de eliminar empresas o áreas que sean determinantes para la vida humana. Hablamos de eliminar aspectos efímeros que hemos construido nosotros en torno a necesidades que realmente no tenemos, que nos han sido impuestas. No necesitamos monodosis de alimentos o bebidas. Un único envase más grande siempre, siempre, siempre será más sostenible que unidades individuales en masa.
La importancia del lenguaje
Los medios de comunicación, el contenido que publicamos desde el ámbito empresarial y las palabras que elegimos para expresar, sobre todo valores de sostenibilidad, son trascendentales.
El lenguaje condiciona la percepción del mundo que tenemos. Se encarga de establecer las expectativas que determinan cómo se procesa la información. No es lo mismo usar sinónimos que tengan connotaciones positivas ante un hecho que puede parecer imparcial, que palabras cuyo uso en otro contexto sea negativo. No es lo mismo impactar, afectar o condicionar que transformar, capacitar o desarrollar.
De la misma manera que hemos empezado a ver claramente que hay expresiones cotidianas en nuestro lenguaje que sacan a la luz el sistema estructuralmente machista como “corres como una niña” o “lloras como una niña”. Son expresiones que en femenino se usan de forma despectiva y en masculino resultan un cumplido. Véase zorro vs zorra, lobo vs loba, y un sinfín de ejemplos más.
Todo esto no es casualidad, si entre quienes dictan las normas del lenguaje no existe colectivo femenino ni una representación real de la pluralidad, ¿cómo vamos a tener un lenguaje inclusivo? El lenguaje seguirá siendo sexista, machista y excluyente si los órganos directivos siguen siendo de un único perfil.
La comprensión de la sostenibilidad es la clave
El impacto de la sostenibilidad en los medios es evidente en cuanto al volumen de contenidos, pero carece de una comprensión profunda de los conceptos que enmarca la sostenibilidad y la interrelación que tienen todos y cada una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Empecemos por entender realmente qué es la sostenibilidad, qué es sostenible y qué no lo es. Solo entonces podremos crear contenido de valor con criterios científicos y coherentes que avalen la sostenibilidad.
Para ello necesitamos formación específica de los profesionales tanto del márketing, copies, periodistas, redactores…etc. De la misma manera que existen competencias digitales específicas para crear contenido amigable para los motores de búsqueda de google, tendremos que formar y formarnos en materia de sostenibilidad para trasladar esa mirada crítica y transversal a todos los ámbitos cotidianos, empresariales y gubernamentales. De lo contrario, seguiremos promocionando acciones y productos que lo único que tienen de sostenible es la imagen gráfica del packaging.
Este artículo fue publicado por GenÉthico, lea el original aquí.
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