En una entrevista exclusiva para Valor Compartido Pódcast, José Luis Michelena, director ejecutivo de Médicos Sin Fronteras (MSF) para México y Centroamérica, delineó los desafíos humanitarios actuales y la necesidad crítica de alianzas estratégicas con el sector privado desde la óptica de la RSE y la sostenibilidad.
Michelena no solo repasó la historia y el presente de la organización médica humanitaria en la región, sino que lanzó un llamado contundente y urgente al sector privado. Se está desmoronando el sistema de ayuda internacional a nivel gubernamental y es momento de echar pecho.
MSF inició operaciones en México tras el terremoto de 1985, donde innovó soluciones como sistemas portátiles de potabilización de agua. Hoy, su labor abarca:
- Atención a migrantes en rutas críticas (Tapachula, Ciudad Juárez, CDMX), adaptándose a flujos cambiantes por deportaciones masivas desde EE.UU.
- Respuesta a emergencias (terremotos, huracán Otis).
- Proyectos de largo plazo: combate de enfermedades como Chagas, atención a víctimas de violencia sexual, y adaptación a nuevas crisis (tuberculosis, violencia armada).
- Reclutamiento de talento mexicano: 200 profesionales (médicos, psicólogos, logísticos) trabajan en zonas de conflicto como Ucrania, Sudán o Palestina. La nacionalidad mexicana es estratégica por su aceptación en contextos complejos.
Michelena destacó que la universalidad de la ayuda humanitaria (sin distinción de nacionalidad) guía su modelo de financiamiento. Las empresas pueden sumarse mediante:
- Donaciones financieras:
- Recurrentes (preferidas para alianzas estratégicas).
- Únicas mediante www.msf.mx.
- Iniciativas solidarias:
- Matching gifts: duplicar donaciones de empleados.
- Eventos: sustituir regalos corporativos por aportes a MSF.
- Testamentos solidarios.
- Voluntariado corporativo:
- Mapatones: mapeo de zonas críticas vía imágenes satelitales para optimizar logística.
- Armado de kits: salud menstrual o abrigo para migrantes.
- Colectas y redondeos en alianza con empresas de retail.
- Patrocinios para proyectos específicos (comunicación, equipos…).
MSF opera bajo estándares rigurosos que garantizan a los donantes que los fondos van directamente a terreno. Publican auditorías, salarios e informes financieros. Cuentan con certificación del CEMEFI y estatus de donataria autorizada ante el SAT.
Solo 2% de su presupuesto global proviene de gobiernos (solo reciben apoyo de Suiza y Canadá), lo que les brinda resiliencia ante recortes como los de USAID o de otros países. De hecho, ante esta situación, Michelena enfatizó que «se está literalmente desmoronando el sistema de ayuda internacional a nivel gubernamental. Muchas organizaciones dependientes de estos fondos están recortando programas, dejando a poblaciones vulnerables sin atención«. «Va a ser crucial que el sector privado dé un paso adelante«, concluyó
Por ello, hizo un llamado a las empresas a asumir un protagonismo estratégico en la acción humanitaria tejiendo alianzas de largo plazo con organizaciones independientes y transparentes.
En un contexto de crisis humanitarias crecientes y retirada de fondos públicos, la intervención del sector privado ya no es filantropía: es corresponsabilidad global. El portal msf.mx centraliza todas las opciones de colaboración, desde donaciones hasta formularios para alianzas corporativas.