Mercer presentó la encuesta “Navegando en tiempos de Crisis ante el COVID-19”, que proporciona un amplio panorama de cómo las organizaciones están afrontando esta situación de emergencia y las acciones que están llevando a cabo para sortearla.
Entre los hallazgos, señala que el 43% de las organizaciones contaban con un plan de contingencia para este tipo de situaciones, 37% lo tiene en desarrollo y el 20% no lo tiene. Sin embargo, el 52% refiere estar muy consternada dada la situación actual, el 42% algo consternada y solo 2% afirma que nada.
Ante este hecho, las empresas han tenido repercusiones en sus operaciones actuales, el 40% de ellas manifestó presentar un impacto alto debido a que la mayoría de sus empleados necesita trabajar en el sitio, 38% tiene un impacto moderado ya que solo algunos requieren estar en sitio, mientras que un 19% señaló un impacto mínimo ya que la mayoría puede trabajar de manera remota. El 3% restante tiene un impacto total debido a que se ha visto obligado a cerrar operaciones.
El sentir de los colaboradores también forma parte de un escenario que las compañías deben de estar midiendo; de aquellas que tienen personal realizando labores en casa, 63% refiere que se sienten acompañados por los líderes de la empresa, 35% no sabe cómo se sienten, mientras que el 2% manifiestan no sentirse apoyados por los líderes de la firma.
Ante el manejo de crisis, 55% de las corporaciones considera estar lista y 58% afirma contar con un plan de continuidad. El 51% considera no tener capacitado a su personal para el manejo de crisis similares a la que se está viviendo y 58% asevera contar con canales de comunicación alternos en caso de emergencia.
Del mismo modo, al preguntarles sobre el compromiso de los empleados, 83% de las compañías considera que sus colaboradores cuentan con las herramientas necesarias para ejecutar sus funciones desde casa y un 73% sostiene que todos sus empleados tienen el equipo necesario incluyendo VPN para trabajo remoto. Con un 89%, la mayoría cree estar teniendo comunicación continua con sus colaboradores sobre las acciones que está tomando la compañía para enfrentar la situación.
Por su parte, Gerardo García Rojas, director de Servicios de Información comentó que «el 35% de las empresas indica que no sabe cuál es el sentir de los empleados ante la situación actual, aquellas empresas que no escuchen activamente a sus empleados, pagarán la factura en el corto plazo y con activamente me refiero a tratar de tomar acciones sencillas y concretas para mejorar las condiciones bajo las cuales trabajan en casa; es decir, la gran mayoría de los empleados que tienen la fortuna de trabajar remoto, no tienen las condiciones en sus hogares para montar un espacio adecuado para trabajar, desde una silla confortable, un escritorio o incluso una conexión adecuada”.
Impactos reales al negocio
Las organizaciones también se han visto impactadas a nivel ventas por esta contingencia; la encuesta destaca que el 80% de las empresas ha experimentado una baja en sus ventas o producción desde marzo derivado del ajuste de mercado a efecto del COVID-19, de las cuales, un 48% refiere entre un 10% a un 30% de decremento.
88% de las corporaciones afirma que están experimentando o percibiendo que tendrán que implementar una contención de costos. El 63% comentó que realizará una reestructuración (disminución de la plantilla salarial).
“Este es un tema muy relevante ya que las compañías deberán por un lado soportar un análisis detallado desde el punto de vista financiero, pero más importante definir quiénes son aquellas personas que tienen las competencias necesarias que los ayudarán a retomar el rumbo post-crisis, así como a adaptar los modelos de negocio a la nueva realidad”, destacó Gerardo García Rojas.
Desde el punto de vista financiero, a partir de los eventos económicos sociales (COVID-19, petróleo, dólar), 66% refiere que modificará a la baja el presupuesto anual, 30% alcanzará el presupuesto establecido y solo 5% superará el presupuesto.
Asimismo, un 56% de los corporativos pronostica que su operación volverá a la normalidad dentro de 3 a 6 meses, 21% menos de tres meses, 12% comentó que un año y 6% más de un año; sin embargo, si la pandemia y las medidas de aislamiento continuaran más de 3 meses, 58% de los participantes consideran no estar listos para afrontar dicho escenario.
Temas Laborales
El tema laboral está tomando fuerza en estos días, la pregunta es ¿cómo están afrontando los sindicatos y organizaciones esta dura realidad?
El 91% de las empresas considera tener una buena relación con su sindicato. Asimismo, el 77% manifiesta estar trabajando en conjunto para encontrar la mejor solución para la fuerza laboral.
El estudio apunta que un 57% de las empresas no contempla paros operativos para enfrentar la contingencia en los siguientes dos meses, sin embargo, en caso de verse forzados, el 75% considera hacerlo por un espacio de tiempo de 2 a 3 semanas.
En el tema de compensaciones, los criterios que estarían utilizando para el pago de los mismos serían de la siguiente manera:
- Adelanto de vacaciones: Para administrativos 76% Sindicalizados 67%
- Pagar un % de salario: Para administrativos 58% Sindicalizados 57%
- Pagar el 100% de salario: Para administrativos 36% Sindicalizados 27%
Algunas organizaciones indicaron tener más de un criterio, por lo tanto, el total puede exceder el 100%.
Respecto a los contratos colectivos de trabajo, 69% de las corporaciones considera que no habrá algún impacto en los incrementos/prestaciones del mismo, mientras un 26% considera que se dará a la baja. El 5% restante asegura que se dará al alza.
¿Y las compensaciones?
Al preguntar si ya habían realizado el pago de incremento salarial, la respuesta con mayor prevalencia es Sí, con un 41% de organizaciones que lo hicieron antes de la pandemia; 22% lo realiza en el segundo trimestre; 16% lo tiene detenido por la situación; 10% definió un congelamiento de incrementos dada la situación; 8% está contemplando cancelarlos, y solo 4% ya lo comunicó, pero no lo ha hecho efectivo.
Respecto a qué estrategias de pago estarían planeando según el tipo de empleado, la respuesta prevalente es el pago normal (pagando 100%).
Un 87% de los encuestados no está considerando implementar algún pago adicional o cambio en el paquete de compensación para aquellos empleados que tienen que asistir a su lugar de trabajo; aquellos que sí están planeando un pago adicional (52%) están evaluando qué ofrecerles.
Un factor importante también a analizar es la fuerza de ventas, trabajadores que dependen de comisiones debido a que su sueldo base es muy pequeño.
Sin embargo, cerca del 40% de las empresas no ha determinado si realizará ajustes dentro de los planes de compensación variable. «Una de las preguntas que más me hacen mis clientes es: ¿Deberíamos de proteger el pago de los vendedores?; esta situación nos obliga a pensar en nuevas soluciones para adaptar nuestro modelo de trabajo. La respuesta, desafortunadamente, no podría ser más evasiva: ¡Depende!, algunas reflexiones conceptuales que podrían ser evaluadas por cada corporación antes de tomar una decisión podrían ser: ajustar el ciclo de medición, ofrecer una garantía de pago mínimo, reducir las metas, implementar metas colectivas, realizar concursos, ofrecer una premiación discrecional, etc.«, señala Rojas
«La lógica es suponer que los costos de compensación de la fuerza de ventas son variables. Pero, por concepto son variables para las personas y no para la empresa. Es decir, para algunos estos profesionales son ‘mano de obra comprada’ que tiene un monto de pago objetivo dividido en dos componentes: el salario base e incentivos meta»
«Algunos superarán el objetivo y ganarán premios por encima del objetivo, otros no. En resumen, los pagos promedio deben ser iguales a la suma de las ganancias meta. La suma de los objetivos es el “presupuesto” estipulado para la población de ventas”, apuntó García Rojas.
De igual manera, el 39% de las empresas expresó sentirse preocupados por lograr mantener motivado y retenido al personal en un momento de presión como el que se está viviendo.
Pensiones
El 33% de las corporaciones encuestadas cuenta con un plan de pensiones y/o ahorro para sus colaboradores, de la cuales el 75% asegura tener una política de inversión establecida.
El 21% de las empresas con plan de pensiones y/o ahorro reporta haber tenido impactos negativos en sus inversiones incluso más de -10% a causa de la volatilidad financiera generada por el COVID-19.
Respecto al perfil de la política de inversión el 61% de los encuestados afirmaron contar con políticas de inversión muy conservadoras (sin volatilidad para evitar minusvalías) y el 20% asegura tenerlas diferenciadas según el plazo de cada plan.
El 47% de las compañías afirman que sus administradores de inversiones no se han puesto en contacto con ellos para avisarles sobre el impacto sobre sus planes de pensiones y ahorro; 31% ya recibió la explicación del impacto financiero; 16% apuntó que los administra un área de inversiones interna, y solo un 6% desconoce quién administra los recursos.
El 60% de las firmas señala que no ha tenido impacto ni en plan de pensiones o caja de ahorro, 23 % afirman impactos negativos en los planes de pensiones, 7% en sus cajas de ahorro y el 11% en ambos.
De las empresas que tuvieron alguna afectación negativa en sus inversiones, prácticamente el total ya está realizando algún plan de comunicación con sus colaboradores o está en proceso de hacerlo. Un 12% reporta que sus colaboradores no tienen acceso a la información por lo que no hay inquietud por parte de ellos.
La muestra estuvo conformada por 290 empresas participantes en 24 estados, con una representación de 997,448 empleados (35% operativos y 65% administrativos).
Entre las industrias se encuentran Servicios (no financiero), Automotriz y autopartes, Otros industriales (equipos eléctricos, maquinarias, papel y productos afines, plásticos y productos de goma de bienes duraderos), Bienes de consumo, High tech, Químicos, Bancos/servicios financieros, Life science/farmacéutica, Logística, Otros no industriales (agricultura, pesca, bienes raíces, construcción, medio y entretenimiento) y Otros.
“Como profesionales de Recursos Humanos, nuestro papel es ayudarle a las personas y a nuestras organizaciones a anticipar los cambios necesarios para mantener en funcionamiento nuestras políticas y sistemas de RR.HH. Sabemos que es difícil, pero necesario hacer una pausa y aprender las lecciones que nos está dejando la situación actual”, concluyó el directivo.
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