Tanto los expertos en el medio ambiente, como los organismos internacionales y las investigaciones científicas, apuntan a una misma realidad: la crisis climática. Es por lo que hoy más que nunca, es imperativo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 43% de aquí a 2030. Aun cuando ya hay iniciativas en acción, el futuro no es el más prometedor ya que por desgracia, en países como México y el resto de América Latina, las desigualdades no permiten una total transición a energías verdes.
Ante este escenario, las personas están siendo más críticas y selectivas en su forma de vivir y consumir, tratando de contribuir a la mitigación del cambio climático desde su frente. De hecho, según el estudio Consumer Outlook de NIQ, se proyecta un ajuste importante en el comportamiento de los consumidores durante el 2023 debido a la preocupación por los riesgos medioambientales tanto en el corto como en el largo plazo.
64% de los mexicanos evita desperdiciar y busca comprar únicamente lo necesario
En el caso particular de México, los consumidores son cada vez más conscientes ante el desperdicio, de hecho, el 64% de ellos evita desperdiciar y busca comprar únicamente lo necesario. Por otro lado, el 44% de los mexicanos guarda y come las sobras de sus alimentos y el 33% trata de consumir productos locales o que apoyan a los comerciantes de las zonas en donde viven.
“Entender bien al consumidor es la clave para que las empresas sean más estratégicas. Por ejemplo, dimensionar correctamente las ofertas pensando en «evitar el despilfarro» para prevenir que los productos se acumulen y no se eliminen de las listas de compras de las personas, podría aportar no solo a que las ventas continúen estables, sino también al objetivo en común de cuidar el mundo”, comentó Raquel Jiménez, líder de Customer Success en NIQ México.
El estudio de NIQ concluye que la tendencia de consumo es influenciada de manera importante por el tema de la sustentabilidad, además, los consumidores toman en cuenta los factores de cambio emergentes, la gobernanza y los costos.
Es inevitable que las empresas comiencen a transformarse y comprometerse, aún más, con modelos de negocio realmente sostenibles en los próximos cinco años, si es que quieren mitigar los riesgos a corto y largo plazo. Se espera entonces, que los fenómenos meteorológicos extremos y el impacto del cambio climático, generen un ecosistema empresarial en el que se pondrán a prueba los modelos de negocio existentes.
Por: NielsenIQ
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