La injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia. La educación es un elemento clave para luchar contra estas formas de exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético.
La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos.
Día Internacional para la Tolerancia
Cada 16 de noviembre, se conmemora el Día Internacional para la Tolerancia, pues las Naciones Unidas se han comprometido a fortalecer la tolerancia mediante el fomento de la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos.
Destacando que uno de los propósitos de las Naciones Unidas expresados en su Carta fundacional es lograr la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y teniendo presentes la Declaración Universal de Derechos Humanos, la ONU estableció en 1995 el Día Internacional para la Tolerancia e invitó a los Estados Miembros de la Organización a celebrarlo con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general.
El mundo actualmente se encuentra en conflicto. Palabras como xenofobia, discriminación, homofobia, aparecen en los titulares de los periódicos a diario. La humanidad parece haberse vuelto más intolerante, rechazando al que es diferente, sin darse cuenta de que cada individuo en el mundo, es por definición, diferente.
¿Cómo luchar contra la intolerancia?
- Luchar contra la intolerancia exige un marco legal: Los Gobiernos deben aplicar las leyes sobre derechos humanos, prohibir los crímenes y las discriminaciones contra las minorías y debe garantizar un acceso igualitario a los tribunales de justicia, a los responsables de derechos humanos y a los defensores del pueblo.
- Luchar contra la intolerancia exige educación: La intolerancia nace a menudo de la ignorancia, del miedo a lo desconocido y de un sentido exagerado del valor de lo propio. Por eso, es necesario educar sobre el tema y enseñar la tolerancia y los derechos humanos a los niños.
- Luchar contra la intolerancia requiere acceder a la información: La intolerancia es más peligrosa cuando se usa con fines políticos o territoriales. Se usan argumentos falaces, se manipulan los hechos y las estadísticas y se miente a la opinión pública. La mejor manera de combatirlo es promover leyes que protejan el derecho a la información y la libertad de prensa.
- Luchar contra la intolerancia requiere una toma de conciencia individual: La intolerancia en la sociedad es la suma de las intolerancias individuales. Por eso, debemos examinar nuestro papel en el círculo vicioso que lleva a la desconfianza y violencia en la sociedad.
- Luchar contra la intolerancia exige soluciones locales: Los problemas que nos afectan son cada vez más globales pero las soluciones pueden ser locales, casi individuales. Todos formamos parte de la solución. La no violencia puede ser una herramienta muy efectiva para confrontar un problema, crear un movimiento, o demostrar solidaridad con las víctimas de la intolerancia.
Con información de las Naciones Unidas.