Por Bernardo Landeros,
director ejecutivo de Alimento para Todos
La pandemia ha afectado cada aspecto de nuestra vida y nos ha obligado a adaptarnos a una nueva realidad. Incluso los más renuentes a reconocer su existencia, han tenido que ceder conforme avanza y modifica nuestra normalidad.
Hemos visto cómo el nuevo coronavirus actúa como una caja de resonancia del funcionamiento de las estructuras públicas, privadas y sociales, potencializando lo que se hacía bien, pero también trayendo a flote las prácticas que lastran y retrasan un funcionamiento eficiente y adecuado.
Aún cuando muchas organizaciones del tercer sector han sido el único salvavidas y motor de desarrollo de millones de personas, en estos momentos se enfrentan a retos aún mayores para permanecer.
En Alimento Para Todos somos afortunados de contar con grandes aliados, como Fundación Walmart y Fundación LALA que nos respaldan; además, nos hemos preparado a lo largo de los años para responder de manera rápida y certera ante las crisis.
Sin embargo, esto no significa que no seamos vulnerables a las mismas. Sería absurdo pretender que salimos ilesos de estas crisis cuando frecuentemente es el sector social quienes vivimos día a día en la primera línea al estar en contacto directo con sus efectos más devastadores sobre los que sufren más.
Con espíritu de colaboración nos interesa compartir las políticas y prácticas que nos han permitido consolidar una institución robusta y que contribuyen a su resiliencia en momentos como este.
¿Cómo hemos reaccionado en Alimento para Todos ante esta situación?, ¿cómo nos estamos preparando para permanecer en el complejo entorno que se avecina?, ¿de qué manera estamos enfrentando el fuerte aumento de solicitudes del servicio de abasto alimentario?
Apegándonos a pautas básicas que nos han caracterizado a lo largo del tiempo, las cuales se centran en la simplicidad como bandera de la supervivencia y la mejora de nuestras operaciones.
Algunos de nuestros principios guía:
1. La salud y seguridad de tus colaboradores es lo primero.
- Asegura que tus colaboradores y comunidad que conforma la institución estén seguros y cuenten con todos los elementos necesarios para protegerse.
- Sin colaboradores y sin beneficiarios receptores del servicio, no existes.
- Esfuérzate por brindar las mejores condiciones de trabajo, que permitan que tu equipo crezca, desarrolle su potencial y no se convierta en víctima de las emergencias que tratan de paliar.
2. Mantén una estructura simple.
- Construye alrededor de una plantilla simplificada. Es mejor contar con 10 personas que aporten valor a 20 que no aporten lo necesario.
- Reduce gastos innecesarios. Identifica todo lo que no genera valor y elimínalo. Una estructura ligera será clave para subsistir.
3. Céntrate en tu «social core business»
- Sé el mejor en lo que sabes hacer; sólo diversifica cuando ya seas el mejor en lo que estás haciendo.
- Si tu modelo de trabajo está funcionando, ajusta, pero no modifiques su núcleo. Mejora lo que ya sabes hacer.
- No te distraigas, ni distraigas a tu equipo en actividades que no aportan valor.
- No sucumbas a la ansiedad si critican tu modelo, sigue construyendo las bases confiando en lo que has hecho.
4. Identifica el factor base que fortalece tus ingresos y sostenibilidad y potencialízalo.
- No te pierdas en grandes, maravillosas ideas para innovar la manera en que la Institución cumple su misión. Detecta ese factor único que mueve tu maquinaria y dedica los máximos recursos posibles a desarrollarlo.
5. Entiende tus limitaciones.
- Se consciente de las fronteras de tu modelo. Aún cuando queremos atender y ayudar a todos, debemos entender a partir de cuándo ya no es posible.
- Aprende a decir «No» y establece límites. Explica con claridad por qué te resulta imposible atender a más personas o llevar a cabo actividades no alineadas; aún cuando el factor que te presiona proviene de miembros prioritarios de tu estructura.
6. Comunica.
- No te canses de comunicar lo que estás haciendo.
- Mantén informada a tu audiencia y explica tu accionar.
- Informa tus necesidades. Nunca sabes a quién llegará tu mensaje.
- Agradece e informa con amplitud cómo aplicaste los recursos que te donaron.
7. Aísla el ruido interno y externo que te desvía de tus objetivos
- En esta crisis las voces que opinan y afirman conocer las mejores maneras para sobrevivir y brindar asistencia son muchas. No te distraigas con el ruido interno o externo que trata de imponer su visión para el accionar de tu organización.
- Escucha y asimila otras voces, pero no cedas a la presión para modificar lo que tú y tu equipo saben hacer.
8. Invierte en tecnología.
- Busca detonadores tecnológicos que simplifiquen tus procesos y faciliten tu manera de operar.
- Prioriza elementos tecnológicos que te aporten datos para decidir.
9. Aunque no estés seguro, decide pronto y ajusta.
- No tardes demasiado en decidir. Los cambios acelerados nos enfrentan a la extinción si no actuamos de manera oportuna. Decide y ajusta.
- No te pierdas en complejas planeaciones. Actúa ya.
10. No dejes de invertir en capacitación
- Encuentra y programa espacios, en medio de la vorágine, para seguir aprendiendo.
- Impulsa a tu equipo a que tome pausas y se capacite.
- Infórmate de manera continua acerca de lo que pasa a tu alrededor y cuáles son las mejores prácticas que están guiando la respuesta.
- Invierte en desarrollar a tus líderes para que puedan seguir guiando de manera adecuada.
Por último, es importante resaltar la importancia de cuidar la estabilidad emocional y la salud mental. Haz todo lo posible por mantener un equilibrio en tus emociones y en tu mente, si te sientes rebasado, pide ayuda, busca a alguien que te escuche y comparta tus inquietudes.
No estás solo. Si tienes dudas o necesitas comentar tus decisiones y compartir ideas, en Alimento para Todos estamos listos para escuchar y aprender juntos.
Seamos fuertes y continuemos cumpliendo nuestra misión.
¿Tu organización es socialmente responsable y trabaja a favor de la sostenibilidad?