El ajolote es un anfibio endémico de la zona lacustre de la cuenca de México, que habita los lagos desde el tiempo de los mexicas, principalmente en Xochimilco y actualmente está en peligro de extinción.
El axolotl o “monstruo de agua”, tiene cualidades que lo hacen único, como que puede regenerar sus propias extremidades si le hacen falta, también presenta la neotenia, es decir que conserva sus rasgos larvales por lo que mantiene su aspecto joven por siempre. Además puede respirar a través de su piel, pulmones y branquias, puede llegar a medir hasta 30 cm y siempre parece tener una sonrisa.
Actualmente, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie, que es 100% mexicana, se encuentra en peligro crítico de extinción ya que es amenazada por la presencia de la urbanización, la contaminación del agua y algunas especies invasoras en su hábitat natural.
El ajolote en peligro de extinción
Estas razones provocan que haya una disminución continua en la extensión y calidad de su hábitat, lo que se traduce como: el área de ocupación de los ajolotes es menor de 10 kilómetros cuadrados, su distribución es fragmentada severamente y hay decrecimiento muy grande en el número de individuos maduros.
“En 1998 la doctora Virginia Graue calculó la presencia de 6,000 ajolotes por kilómetro cuadrado. Yo hice un análisis en 2004 y encontré que había 1,000. Para 2008 repetí el estudio y ya solo había 100 y en 2013 solo contabilizamos 36 por kilómetro cuadrado, lo que quiere decir que su población va bajando más o menos como nosotros habíamos predicho”, dice Luis Zambrano, fundador del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista para Mongabay Latam.
El Dr. Zambrano también dio un pronóstico devastador: para 2020 o 2025 no habrá ajolotes si no se actúa para salvarlos. Por eso, los actuales esfuerzos para su conservación se centran en la restauración de los canales donde vivían para poder reintroducirlos.
A finales de 2023 se lanzó la campaña Adopta Virtualmente un Axolote AdoptAxolotl 2024, la continuidad de una estrategia que en 2023 logró recaudar casi medio millón de pesos, con 498 donativos de escuelas, empresas, sociedad civil, universidades y hasta la embajada británica.
Para donar, basta con ingresar al sitio web del Laboratorio de Restauración Ecológica https://www.restauracionecologica.org/adopciones los usuarios pueden contribuir con montos a partir de 200 y 108,000 pesos (entre 12 y 6,350 dólares al tipo de cambio actual).
Para adoptar virtualmente a un ajolote hay formas y compensaciones a cambio. En todos casos, la UNAM otorga una carta de agradecimiento más otros incentivos.
Si se decide invitar a cenar a un ajolote se otorga a cambio una infografía de alimentación de este anfibio mexicano; si se mejora “la casa de uno de ellos”, te envían una postal de Xochimilco (uno de sus principales hábitats) y una infografía de la biodiversidad en la Chinampa Refugio.
Pero si se “adopta” la casa completa se da la infografía, más un carnet de registro, un certificado de adopción, una carta de agradecimiento, tres postales de Xochimilco más visitas con una especialista a la colonia de ajolotes del laboratorio de manera individual o con 15 amigos.
La UNAM ha informado que el dinero recabado es fiscalizable y se usa tanto para la investigación como para la preservación de sus hábitats.
En México, la familia de los ajolotes es de 18 especies (de un total de 32 que hay en el mundo) y una importante es la que vive en Xochimilco, en la Ciudad de México, porque es endémica, pero los esfuerzos se extienden por los diversos estados donde se encuentran otras nativas.
La Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México tiene un programa de rescate del anfibio en las instalaciones del Bosque de Chapultepec. Se trata de un espacio único, ubicado en la vieja casona que albergaba a los elefantes en el Zoológico de Chapultepec, que tiene como propósito promover la educación, la investigación y la conservación, particularmente de los axolotes. Actualmente en el Anfibium habitan alrededor de 100 ejemplares de axolote de Xochimilco en diferentes estadios y 4 de las 17 especies que existen en México como es el ajolote de Zacapu (Ambystoma andersoni), achoque o ajolote de Pátzcuaro (Ambystoma dumerilii), axolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum), y salamandras de Toluca (Ambystoma granulosum).
En el Anfibium, que es gratuito y está abierto en un horario de 10:00 a 15:30 horas, se pueden encontrar diferentes especies de flora y fauna de los humedales como son el tule, los ahuehuetes, los axolotes y conocer más sobre su ecosistema y la posibilidad de poder observar la vida de estas especies en su hábitat natural, toda vez que Anfibium cuenta con salas de exposición, talleres de educación ambiental para niños y niñas, cuatro laboratorios para el estudio y reproducción de este organismo, además de un humedal que representa el ambiente del lago de Xochimilco.
Además, Banco de México (Banxico) creó un billete de 50 pesos con la imagen del ajolote, y así ser un recordatorio sobre la importancia y el cuidado que deben tener las especies de los canales de Xochimilco, y en general de todos los ecosistemas de México.
Día Nacional del Ajolote Mexicano
En 2018 el Senado de la República declaró el 1 de febrero Día Nacional del Ajolote Mexicano (Ambystoma mexicanum) con el fin de difundir la importancia del mismo en ecosistemas y la cultura de México. Declarar un día nacional permite reconocer el valor biológico y cultural que representa la supervivencia del ajolote mexicano. Esta fecha coincide con la publicación de la investigación ‘The axolotl genome and the evolution of key tissue formation regulators‘ en la revista Nature, en el que se descubrió que el ajolote mexicano tiene 32 mil millones de pares de bases de ADN, lo que lo convierte en el genoma más grande que ha sido secuenciado en la historia.
Este artículo esta basado en uno publicado por Earthgonomic, lea el original aquí.