Al margen de la Conferencia Global de la Red Una Planeta del Programa de Información al Consumidor, llevada a cabo en Bogotá del 14 al 15 de noviembre, representantes de la Alianza Ambiental de América se reunieron para impulsar el establecimiento de un marco legal e institucional para una plataforma común y confiable de etiquetado ambiental.
El objetivo es superar desafíos como la falta de acceso a información confiable, un bajo nivel de comercio interregional de productos sostenibles, y la problemática de una abundancia de etiquetas autodeclaradas sin validación creíble.
Avanzando del concepto a la acción, se está estableciendo formalmente la primera ecoetiqueta regional respaldada por gobiernos en América Latina y el Caribe.
«Nunca ha sido más urgente conectar con los consumidores a través de información confiable», destacó Juan Bello, director regional y representante de la Oficina para América Latina y el Caribe del PNUMA. “Nuestra acción colectiva contra la triple crisis planetaria – cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación – también depende de cambios en el comportamiento del consumidor”.
En respuesta a estos desafíos, la XXIII Reunión del Foro de Ministras y Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, celebrada en octubre de este año, respaldó los esfuerzos de la Alianza Ambiental de América a través de la Decisión 2. Luis Rodríguez, del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica y Presidente de la Alianza, enfatizó: «La Alianza se distingue por su misión de ofrecer una plataforma común y confiable de etiquetado ambiental. Proporcionará información clara y veraz a productores y consumidores, basándose en sistemas de gestión y certificación reconocidos internacionalmente».
Destacando una aplicación práctica, Carolina Rivera Garzón, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, señaló la importancia de integrar la ecoetiqueta regional en las Compras Públicas Sostenibles. “Representando entre el 20 y el 40% del PIB en gasto público en la región, estas compras públicas pueden impulsar prácticas sostenibles en todos los niveles de gobierno e industria. Además, este enfoque regional al ecoetiquetado tiene el potencial de influenciar significativamente a la ciudadanía en general, impulsando así la oferta y demanda de productos sostenibles.”
Jorge Laguna, jefe de la Red One Planet, PNUMA, elogió la ecoetiqueta regional como un paso estratégico hacia prácticas de economía circular. “Empodera a los consumidores para tomar decisiones informadas y responsables, abriendo el camino hacia un futuro próspero y sostenible en la región”, concluyó.
Con información del PNUMA.