El Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil recibió este martes la ratificación universal, marcando un hito para la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Desde que se fundó la OIT en 1919, la erradicación del trabajo infantil ha constituido uno de sus principales objetivos, al considerar que la protección de los niños constituye el punto de partida para llevar a cabo una labor eficaz en materia de legislación social.
El Reino de Tonga depositó, el pasado martes, el instrumento correspondiente para que por primera vez en la historia de la Organización sus 187 Estados miembros ratificaran una convención internacional del trabajo.
El director general de la OIT, Guy Ryder, afirmó que “a partir de ahora todos los niños gozarán de protección jurídica frente a las peores formas de trabajo infantil”.
Ryder agregó que la ratificación universal pone de manifiesto un compromiso a escala mundial de erradicar “la esclavitud, la explotación sexual y la utilización de niños en conflictos armados u otros trabajos ilícitos o peligrosos susceptibles de menoscabar su salud, su moral o su bienestar psicológico”.
Además de las mencionadas por Ryder, el Convenio establece la prohibición y erradicación del trabajo forzoso y la trata de niños, la prostitución, la pornografía, actividades ilícitas como el tráfico de drogas y los trabajos peligrosos.
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La OIT estima que hay 152 millones de niños que realizan trabajo infantil, 73 millones de los cuales llevan a cabo trabajos peligrosos. El 70% de todo el trabajo infantil tiene lugar en el sector agrícola y obedece principalmente a situaciones de pobreza y a las dificultades de los padres para encontrar un empleo decente.
Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil
En virtud del Convenio número 182 se establece la prohibición y la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, el trabajo forzoso y la trata de niños. Se prohíbe la utilización de niños en conflictos armados, la prostitución, la pornografía y actividades ilícitas como el tráfico de drogas, así como en trabajos peligrosos.
Dicho Convenio es uno de los ocho Convenios Fundamentales de la OIT, estos abarcan la abolición del trabajo infantil, la erradicación del trabajo forzoso, la abolición de la discriminación en el trabajo y los derechos de libertad sindical y negociación colectiva. Dichos principios también figuran en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo (1998).
Desde la fundación de la OIT en 1919, la erradicación del trabajo infantil ha constituido uno de sus principales objetivos. El Sr. Albert Thomas, primer director de la Organización, afirmó que el trabajo infantil “representa la explotación de la infancia y es el reflejo del mal… lo más insoportable para el corazón humano. La protección de los niños constituye siempre el punto de partida para llevar a cabo una labor eficaz en materia de legislación social”.
La lucha contra el trabajo infantil es el objetivo principal del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Trabajo forzoso (IPEC+), uno de los mayores programas de la OIT de cooperación para el desarrollo, en el que se ha brindado asistencia a más de 100 países de todos los continentes.
La incidencia del trabajo infantil, incluidas sus peores formas, disminuyó en casi un 40% de 2000 a 2016, a raíz del aumento del índice de ratificación de los Convenios núm. 182 y 138 (sobre la edad mínima para trabajar) y la adaptación de legislaciones y políticas eficaces en los países.
En el marco de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ver más información sobre el ODS 8), se aboga por “poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025”. El partenariado global, la Alianza 8.7, de la que la OIT presta servicios de secretaría, reúne a más de 250 asociados y 21 países pioneros para coordinar, innovar y acelerar los progresos encaminados a poner fin al trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la esclavitud moderna.
La ratificación universal del Convenio núm. 182 pone de manifiesto la voluntad de todos los Estados Miembros de la OIT de erradicar el trabajo infantil, incluidas todas sus formas, en todos los lugares. Puedes leer el Convenio aquí (ir al Convenio).
Con información de la OIT y ONU.
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