Por: ONU noticias
El ártico está sufriendo olas de calor “excepcionales y prolongadas” que están provocando incendios devastadores y que el hielo en la parte rusa se derrita rápidamente.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que las temperaturas extremas serían “prácticamente imposibles sin la influencia humana en el cambio climático”.
Entre enero y junio las temperaturas en Siberia se situaron 5°C por encima de la media y en junio fueron 10°C más altas. En una ciudad rusa, el 20 de junio se alcanzaron los 38°C. “Algunas partes de Siberia esta semana han superado de nuevo los 30 grados Celsius, así que ha hecho más calor en Siberia que en muchas partes de Florida”, dijo Claire Nullis, la portavoz de la organización.
Precisamente, el Consejo de Seguridad ha debatido sobre la emergencia climática. Un alto funcionario de la ONU alertó de que supone “una amenaza para la paz”. Aunque no hay un “enlace directo” entre clima y conflicto, el “cambio climático exacerba los riesgos ya existentes y crea algunos nuevos”.
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Por ejemplo, en Latinoamérica, África Subsahariana y el sur de Asia, el cambio climático desplazará a más de 140 millones de personas de aquí a 2050, con “consecuencias potencialmente perturbadoras para la estabilidad regional”.
Derretimiento sin precedentes del hielo marino
La OMM informó que, según expertos estadounidenses, la ola de calor siberiana de la primavera pasada aceleró la retirada de hielo a lo largo de la costa rusa ártica, en particular desde finales de junio, lo que redujo la extensión del hielo marino en los mares Laptev y Barents. Por el contrario, las otras áreas de los mares árticos parecen estar cerca del promedio registrado de 1981 a 2010 para esta época del año.
Por lo general la mayor parte del deshielo ocurre entre julio y septiembre, cuando se produce la extensión mínima anual del hielo marino. Hasta ahora, el menor registro fue el de septiembre de 2012.
Todos los conjuntos de datos de la OMM coinciden con una tendencia descendente a largo plazo en el hielo marino del Ártico. Se cree que esto afecta los patrones climáticos en otras partes del mundo, y se está investigando si está propiciando una corriente de chorro más débil, un fenómeno asociado con patrones de bloqueo como los que afectaron a Siberia este año.
Gracias a un fenómeno conocido como las “teleconexiones”, los cambios en los polos se observan en eventos climático en otras latitudes, incluido El Niño, donde el aire frío y seco llega a lugares de condiciones más cálidas y húmedas.
Además, la fusión del hielo y el descongelamiento del permafrost (capa de suelo permanentemente congelado, pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve), que libera el gas metano de efecto invernadero, está teniendo un gran impacto en la infraestructura y los ecosistemas de toda la región.
Claire Nullis destacó una nueva investigación publicada en la revista Nature Climate Change, que apunta a las amenazas irreversibles para el ecosistema ártico. «Los osos polares, que como todos sabemos son un símbolo del cambio climático, podrían estar casi extintos para fines de siglo”, finalizó.
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