BID Lab aprobó un préstamo por 5 millones de dólares y una cooperación técnica por 200,000 dólares para «Ejido Verde», una empresa en etapa temprana dedicada a la reforestación de bosques de pino para fines comerciales.
Este préstamo de largo plazo, adecuado al ciclo de vida y productivo del pino, será utilizado para cofinanciar la expansión de 1,200 hectáreas de plantaciones de pino resinero y su posterior mantenimiento en Michoacán, México.
La plantación de especies nativas de pino para la producción de resina es una estrategia regenerativa que inició como un proyecto interno de la Unión Nacional de Resineros en el año 2009, y que a partir del año 2018, emprendió como una empresa autónoma.
Ejido Verde obtiene resina cruda de sus plantaciones, materia prima que se extrae del pino a partir del año 10 de su plantación para su posterior procesamiento y transformación en derivados de resina. Dichos derivados contribuyen a cadenas de valor globales relacionadas a la producción de productos químicos, tales como pintura, adhesivos, perfumes, alimentos y jabones, entre otros.
Este modelo empresarial es también inclusivo. Ejido Verde genera empleo en las actividades de recolección de resina cruda y como consecuencia de este financiamiento, generará una fuente ingresos sostenida a favor de 862 familias en 19 comunidades indígenas y ejidos de Michoacán.
El esquema de Ejido Verde también promueve la revalorización de las tierras, que en Michoacán han sido altamente desvalorizadas como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola que ha derivado en deforestación y degradación de bosques. De hecho, en Michoacán se pierden alrededor de 67,000 hectáreas de bosques y selvas cada año, como resultado del uso no sostenible del suelo.
Desde la perspectiva ambiental, el modelo de negocio de Ejido Verde se alinea al concepto de la agricultura climáticamente inteligente: las 5,460 hectáreas de árboles de pino del proyecto son una fuente de servicios ecosistémicos al secuestrar 110,000 toneladas de CO2 anualmente, y reconvertir tierras degradadas; las comunidades indígenas y los ejidos relacionados a las plantaciones reciben capacitaciones para adaptarse a los efectos del cambio climático y manejar los riesgos climáticos de una manera informada; y a través de parcelas demostrativas y experimentos biotecnológicos (de fertilización y genética), la empresa busca alternativas para incrementar la productividad de las especies forestales que utiliza.
El financiamiento otorgado a Ejido Verde ilustra un modelo de finanzas mezcladas en el que los préstamos dirigidos hacia empresas forestales, si bien requieren plazos largos alineados a sus perfiles productivos y flujos de efectivo, pueden ser financieramente factibles, y social y climáticamente innovadores e inclusivos.
Comunicado de prensa.
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