La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR y el Tecnológico de Monterrey firmaron un acuerdo para fortalecer la relación entre ambas instituciones y propiciar el desarrollo conjunto de actividades académicas, de capacitación y de inclusión social de las personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas y en contexto de movilidad.
En el marco de este acuerdo, el Tecnológico de Monterrey considera la incorporación con la asesoría técnica del ACNUR de tópicos, asignaturas o contenidos sobre derecho internacional de refugiados y protección internacional, así como también de desarrollo de comunidades de acogida. Además, establece la flexibilización de los mecanismos y políticas de admisión de acuerdo con la legislación nacional.
ACNUR y el Tecnológico de Monterrey han trabajado en conjunto en favor de las personas refugiadas en México a través de múltiples actividades. Tan solo en Nuevo León el año pasado se llevaron a cabo cinco proyectos conjuntos, varios de ellos dentro de la “Semana Tec con sentido humano” que culminaron en proyectos específicos como la producción de documentales cortos que cuentan historias de quienes dejaron todo atrás y encontraron en México un nuevo hogar; asimismo, han incluido a estudiantes en el mundo humanitario a través de su servicio social.
La firma de este acuerdo entre ACNUR y el Tec de Monterrey, marca un paso significativo en la alianza formada
La firma de este acuerdo marca un paso significativo en la alianza formada, al demostrar el compromiso compartido de promover la integración y el bienestar de las personas refugiadas en su nueva comunidad.
Giovanni Lepri, representante del ACNUR en México, resaltó que “iniciativas como ésta confirman que efectivamente con la innovación, la academia y el trabajo conjunto podemos cambiar las cosas para mejorar la vida de las personas desplazadas de manera forzada”.
Al mismo tiempo, se buscará el desarrollo de actividades formativas, académicas o de inmersión social, como pueden ser investigaciones basadas en evidencia, servicio social, prácticas profesionales, proyectos de emprendimiento o consultoría a nivel nacional.
Por su parte, David Garza Salazar, rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, afirmó que “con este convenio buscamos, a través de nuestras actividades académicas, de capacitación y de inclusión social, contribuir a los derechos de los refugiados y fomentar la construcción de condiciones que mejoren la integración de las comunidades desplazadas. Confiamos en que, con la participación de todos, podremos impulsar la construcción de una comunidad más incluyente y espacios más igualitarios, libres de discriminación”.
A la par, se llevó a cabo el conversatorio “El rol de las universidades ante los desafíos humanitarios”, en el que Inés Sáenz, vicepresidenta de Inclusión, Impacto Social y Sostenibilidad del Tec de Monterrey y Giovanni Lepri, representante de ACNUR en México, dialogaron acerca de la contribución de las universidades en la creación de soluciones duraderas al fenómeno del desplazamiento forzado, así como las oportunidades que la inclusión y la diversidad generan en materia de desarrollo nacional.
Al referirse a la importancia de la participación del área educativa en estos temas, Inés Sáenz señaló que “hoy más que nunca las universidades no pueden quedarse ajenas a la agenda global, sino todo lo contrario. Las universidades tienen el compromiso de participar de forma crítica pues el conocimiento es el camino a la inclusión. Hoy el Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana hace posible esta alianza con ACNUR con el propósito de seguir trabajando por ser una universidad sostenible, diversa e incluyente”.
El total de personas que han sido desplazadas contra su voluntad representaría el país número 16 en términos poblacionales (por encima de Vietnam y Turquía), por eso la visión compartida de ambas instituciones es indispensable para restituir los derechos de todas esas personas.
Con información de ACNUR.
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