En un mundo que enfrenta una crisis climática sin precedentes, la celebración del Día Mundial Sin Autos cobra una relevancia especial. Este evento, que se celebra anualmente el 22 de septiembre, invita a las personas de todo el mundo a dejar de usar sus vehículos motorizados particulares por un día, promoviendo así la conciencia sobre el impacto ambiental del transporte y fomentando alternativas más sostenibles.
Con raíces en la crisis petrolera de los años 70 del pasado siglo, el Día Mundial Sin Autos comenzó en los 90 como una iniciativa en Europa para reflexionar sobre el uso excesivo de automóviles particulares y sus efectos nocivos en la salud y el medio ambiente, así como promover un cambio hacia modos de transporte más ecológicos y saludables.
En México, fue el año 2014 cuando se comenzó a celebrar oficialmente esta jornada. La conmemoración tomó un carácter más formal el 11 de mayo de 2018, cuando se decretó en el Diario Oficial de la Federación su celebración anual como Día Nacional sin Automóvil.
Rodadas ciclistas, transporte público gratuito, talleres educativos o el cierre al tránsito de carros en centros históricos, son algunas de las iniciativas emprendidas por gobiernos a lo largo de todo el mundo para conmemorar este día.
El Día Mundial Sin Autos es una oportunidad para que las comunidades locales y los gobiernos reflexionen sobre cómo pueden trabajar juntos para crear ciudades más sostenibles y habitables. Al adoptar alternativas de transporte más limpias y eficientes, se puede lograr hacer una contribución significativa a la lucha contra la crisis climática y mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades.
Por su capacidad de adaptación y continua evolución, el autobús juega un papel relevante en un futuro más resiliente ante el cambio climático
Y es que este día sirve para llamar la atención sobre la necesidad de mejorar la infraestructura de transporte público y hacer que las ciudades sean más amigables para los peatones y ciclistas.
Es en esta colaboración hacia la trasformación de la movilidad en México, uno de los ejes en los que trabaja Mercedes-Benz Autobuses, principal fabricante en México. Como nos apunta Raúl González, su director de Ventas, Mercadotecnia y Postventa, la empresa ha participado en diferentes proyectos con ciudades como Mérida, Querétaro, Chihuahua o Guanajuato, en lo que él considera “la fórmula perfecta” por la participación de gobiernos locales, diferentes empresas y usuarios de transporte público.
De esta manera, destaca el cambio radical que ha experimentado el transporte público en la capital yucateca con un sistema integral que cuenta con una flota de camiones más eficiente y modernos. O, como también añade, el caso de Querétaro donde la colaboración pública privada pone el acento en la inclusión de mujeres choferes en un sector eminentemente masculinizado.
Los sistemas de transporte rápido por autobús se presentan como una solución eficaz para reducir la cantidad de automóviles en las carreteras, lo que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y aumenta el acceso a la movilidad. La implementación puede ser un paso significativo hacia la descarbonización del transporte.
También cada uno de los autobuses, afirma Raúl González cuenta con tecnología avanzada como BlueTec5, que cumplen con la normativa EURO V, en México, para la reducción de emisiones. De esta manera, en lo que la electrificación va llegando convierten a estos autobuses “en una opción significativamente más limpia en comparación con los vehículos que utilizan combustibles fósiles”.
En un mundo que enfrenta la crisis climática, la búsqueda de soluciones sostenibles es más urgente que nunca. Los autobuses, a menudo subestimados como simples vehículos de transporte público, emergen como héroes silenciosos en la lucha contra el cambio climático. Los autobuses, con su capacidad para adaptarse y evolucionar, están listos para desempeñar su papel en un futuro resiliente y verde.