Desde 2012, MSD, a través del programa Richard T. Clark Fellowship for Global Health, ha enviado a 283 colaboradores a 40 países para trabajar en alianza con 44 organizaciones locales en algunos de los problemas de salud pública más apremiantes, como el cáncer cervicouterino. De esta manera, la empresa aprovecha las habilidades y talentos de sus colaboradores en todo el mundo para ayudar a las organizaciones no gubernamentales (ONG) a resolver los desafíos de salud global.
Profesionales altamente capacitados y apasionados por contribuir a la sociedad, son asignados a una ONG para trabajar con ellos por un periodo de tres meses y ayudarlos a brindar un mayor acceso a los servicios de salud y educación en las comunidades a las que sirven.
Patricia Mendívil, Marketing Associate Director de Hospital Care, una de las colaboradoras de MSD en México que fue seleccionada para este programa, pudo observar de primera mano la importancia de los esfuerzos para contribuir en la concientización, conocimiento y prevención del cáncer cervicouterino en Perú.
La empresa destaca que los colaboradores regresan con un compromiso renovado por la salud de la población
“En mi caso, CerviCusco, la ONG con la que colaboré, dependía 100% de los donativos que recibía y estaba en proceso de dejar de recibir el apoyo más grande. Entonces, la misión que teníamos era diseñar un proyecto o varios con los que ellos pudieran ser independientes y autosustentables”, señaló.
Los beneficios de este tiempo de voluntariado se pueden ver en todas las partes involucradas, desde los voluntarios mismos y la ONG, hasta la compañía que otorga este tiempo:
● Una oportunidad de aprendizaje única para que los empleados desarrollen sus capacidades de liderazgo aplicando sus conocimientos y habilidades dentro de la ONG.
● Una forma de empatar la misión de la empresa con la pasión de sus colaboradores quienes regresan con un compromiso renovado con la salud de la población.
● Energía renovada, mayor conexión con la misión fundamental de servir a los pacientes y una mayor conciencia de los desafíos que enfrentan los mercados globales, lo que, a su vez, mejora la moral y la colaboración entre colegas.
● Aumento de la eficacia de los proyectos que buscan mejorar la salud a través de alianzas que colaboran para utilizar las habilidades, la experiencia y el conocimiento de profesionales de alto rendimiento.
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Para participar en la Richard T. Clark Fellowship for Global Health, las ONGs aliadas deben de estar especializadas en acceso a la salud o fortalecimiento del sistema de salud, ya que el programa busca mejorar la calidad de la atención médica, promover la equidad en salud y aumentar el acceso a la atención para las poblaciones desatendidas en las áreas de cáncer, diabetes, VIH/SIDA, salud materna y salud animal.
“Aprendí que la necesidad no se acaba cuando tú te regresas. Es un aprendizaje que te marca de por vida, porque tener la oportunidad de poner tu vida normal en pausa para ir a apoyar te da mejor entendimiento de los desafíos de salud a los que nos estamos enfrentando como humanidad”, expresó Patricia Mendívil.
*Comunicado de prensa