En el documento “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” que fue adoptado por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas en 2015, se presentan los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) que destacan las “líneas” a trabajar de aquí a 2030 sin dejar a nadie atrás.
Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura
Uno de los objetivos de la Agenda 2030 se enfocó directamente en conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones).
«Éstas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático«.
De acuerdo con Naciones Unidas, el sector manufacturero es un impulsor importante del desarrollo económico y del empleo.
En la actualidad; sin embargo, el valor agregado de la industralización per cápita es solo de 100 dólares en los países menos desarrollados en comparación con más de 4500 dólares en Europa y América del Norte.
«Otro factor importante a considerar es la emisión de dióxido de carbono durante los procesos de fabricación. Las emisiones han disminuido en la última década en muchos países, pero esta disminución no ha sido uniforme en todo el mundo».
Del mismo modo, Naciones Unidas destaca que el progreso tecnológico debe estar en la base de los esfuerzos para alcanzar los objetivos medioambientales, como el aumento de los recursos y la eficiencia energética. Sin tecnología e innovación, la industrialización no ocurrirá, y sin industrialización, no habrá desarrollo. Es necesario invertir más en productos de alta tecnología que dominen las producciones manufactureras para aumentar la eficiencia y mejorar los servicios celulares móviles para que las personas puedan conectadas.
Del mismo modo, señalan que la inversión en infraestructura y la innovación son motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económico. Con más de la mitad de la población mundial viviendo en ciudades, el transporte masivo y la energía renovable son cada vez más importantes, así como también el crecimiento de nuevas industrias y de las tecnologías de la información y las comunicaciones.