Más de 30 países se unieron a una nueva iniciativa para acelerar el camino hacia la llamada movilidad eléctrica mundial presentada esta semana durante la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas en Katowice, COP24.
La declaración “Driving Change Together” fue redactada por el Reino Unido y Polonia, y compromete a los Estados que la firmen a acelerar el despliegue de vehículos con cero emisiones, aumentar el transporte público verde y mejorar la calidad del aire en las ciudades.
La declaración es un paso esencial hacia un sistema de transporte descarbonizado.
«La declaración es un paso esencial hacia un sistema de transporte descarbonizado. Aplaudo a la Asociación Katowice para la movilidad eléctrica e insto a todos los actores interesados a que la apoyen ya que proporciona a todos los actores, incluido el sector privado, una mayor claridad y confianza en el futuro del transporte», declaró el Secretario General de la ONU, António Guterres.
En el marco de la iniciativa, Polonia pretende tener un millón de autos eléctricos en sus carreteras para 2025, mientras que el Reino Unido está apuntando a la eliminación completa de la venta de los autos diesel y gasolina para 2040.
De acuerdo con el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), a nivel mundial, el transporte representa una cuarta parte de las emisiones totales: 8 gigatoneladas por año.
Esta cifra es un 70% más alta que hace 30 años. Se estima que más de mil millones de autos de pasajeros recorren las calles y carreteras del mundo hoy en día y, si no tomamos medidas urgentes, para 2040, esta cantidad de autos podría duplicarse.
«Esto es insostenible, inaceptable y no es compatible con los objetivos del Acuerdo de París», dijo José Mendes, presidente de la Alianza de Descarbonización del Transporte, un grupo de 20 países, ciudades y empresas comprometidos a impulsar el transporte bajo en carbono.
Los primeros vehículos eléctricos fueron producidos y vendidos a principios de la década de 1900 y las ventas alcanzaron su punto máximo a principios de la década de 1910. Pero los avances tecnológicos y el descubrimiento de grandes reservas de petróleo desplazaron al vehículo eléctrico en favor del motor de combustión.
«Ahora, casi 100 años después, los vehículos eléctricos están regresando y necesitan desplazar cada vez más el motor de combustión para reducir las emisiones y la contaminación del aire», dijo el Secretario General de la ONU.
«El crecimiento de los vehículos eléctricos tendrá un impacto significativo en la demanda de electricidad, y esto debe tenerse en cuenta», agregó, y explicó que «si no se maneja con cuidado, la demanda adicional creará desafíos en todas las secciones del sistema de energía, especialmente en las horas punta, y ese transporte que depende de la electricidad generada a partir de la combustión de combustibles fósiles, podría terminar añadiendo al problema, no aliviándolo”, recalcó.
Para evitar que esto suceda, se deben realizar inversiones para crear electricidad a partir de fuentes renovables, no a partir de combustibles fósiles, y garantizar una cadena de suministro sólida.
«La transición a la movilidad eléctrica está claramente llena de oportunidades, pero debe gestionarse con cuidado para que el mundo pueda generar todos los beneficios potenciales en su totalidad», señaló Guterres.
Con información de Naciones Unidas.