Una de cada diez personas de las regiones en desarrollo viven con menos de 1.90 dólares al día, que es la cantidad establecida internacionalmente como el umbral de la pobreza. Y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
El 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, con el reto de alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible, que es nada menos que «poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo».
En la Agenda 2030 se insiste en la integración de las dimensiones sociales, económicas y medioambientales de la erradicación de la pobreza, por lo que debemos adoptar medidas integradas que abarquen las distintas esferas políticas, aprovechando al máximo las capacidades y los recursos a través de políticas específicas concebidas para agilizar los progresos en todos los ámbitos.
Vivimos en un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, y donde es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza.
Por ese motivo, se debe dejar de pensar que este problema es exclusivamente una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad.
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Dignidad para todos en la práctica: Los compromisos que asumimos juntos por la justicia social, la paz y el planeta
“Dignidad para todos en la práctica: los compromisos que asumimos juntos por la justicia social, la paz y el planeta” es el tema del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza para 2022-2023. La dignidad del ser humano no solo es un derecho fundamental en sí mismo, sino que constituye la base del resto de los demás derechos fundamentales. Por lo tanto, la «dignidad» no es un concepto abstracto: es inherente a todos y cada uno de los individuos. En la actualidad, muchas personas que viven en la pobreza persistente ven denegada y violada su dignidad.
La pobreza y la desigualdad no son inevitables. Son el resultado de decisiones deliberadas o de la falta de medidas que desempoderan a los más pobres y marginados de nuestras sociedades y violan sus derechos fundamentales. La violencia silenciosa y sostenida de la pobreza —exclusión social, discriminación estructural y desempoderamiento— dificulta la salida de las personas atrapadas en la pobreza extrema y niega su humanidad.
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto esta dinámica, evidenciando las lagunas y los fallos del sistema de protección social, así como las desigualdades estructurales y las diversas formas de discriminación que profundizan y perpetúan la pobreza. Además, la emergencia climática constituye un nuevo acto de violencia contra las personas que viven en la pobreza, ya que estas comunidades se ven sometidas a una carga excesiva por la mayor frecuencia de los desastres naturales y la degradación del medio ambiente, lo que provoca la destrucción de sus hogares, cultivos y medios de subsistencia.
Este año se celebra el 35º aniversario del Día Mundial para la Superación de la Extrema Pobreza y el 30º aniversario del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Este día rinde homenaje a los millones de personas que sufren la pobreza y a su valentía diaria, y reconoce la solidaridad mundial esencial y la responsabilidad compartida que tenemos para erradicar la pobreza y combatir todas las formas de discriminación.
Con información de las Naciones Unidas y la UNESCO.
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