Por: WWF Latinoamérica
Con la meta de que al 2030 al menos el 70% de la capacidad instalada de generación eléctrica provenga de fuentes renovables, fue lanzada en la COP25 la iniciativa de Energía Eléctrica Renovable para América Latina y el Caribe (RELAC), que lidera Colombia a través de su Ministerio de Energía.
Esta alianza regional, que cuenta con el apoyo de WWF Colombia, entre otras entidades como LED GP, IRENA, IEA y NREL, está integrada actualmente por 10 países que en conjunto alcanzan un promedio de 55% de renovables en su matriz eléctrica.
“En marzo de este año, Colombia se unió a la Coalición de Transición Energética convocada por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, con la determinación de jugar un papel más activo en el cumplimiento del Acuerdo de París y quisimos impulsar una iniciativa que uniera a los países de la región, viendo las grandes oportunidades que tenemos y también la alta vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático”, explicó la ministra de Minas y Energía de Colombia, María Fernanda Suárez, recordando el inicio de RELAC.
Según detalló la ministra, el compromiso incluye un aumento de energías renovables, priorizando las no convencionales (como solar y eólica), y la promoción del intercambio de experiencias, con el fin de llegar a al menos 312 gigavatios para el 2030, de los cuales 78 gigavatios deberán provenir de capacidad instalada adicional, y al menos 4 gigavatios serán aportados por Colombia a partir de estas fuentes no convencionales.
Junto con los números, la ministra enfatizó la necesidad de una transición energética justa y equitativa, a la luz de las grandes brechas de acceso a la electricidad que existen actualmente en América Latina y el Caribe. Por ejemplo, precisó que en Colombia hay 500 mil familias sin energía eléctrica.
“Debemos ver esta transición energética como una gran oportunidad”, agregó la ministra, en referencia a los temas de equidad de género y del reto de limpiar la matriz en zonas icónicas para la conservación de la naturaleza a nivel global, como la Amazonía, en donde prácticamente toda la generación eléctrica y el transporte provienen de combustibles fósiles.
La ministra se mostró optimista en relación al impacto que este esfuerzo regional pueda tener en la acción climática, explicando que, por ejemplo, para su país la meta de reducción de emisiones del sector energético es de 11,2 millones de toneladas de carbono al 2030, de las cuales 4,74 millones vendrían de nuevas fuentes de generación, y ya al día de hoy, gracias a las subastas, otros mecanismos y alianzas, se ha aumentado ese potencial a nueve millones de toneladas de CO2.
Ximena Barrera, coordinadora de Política de Latinoamérica de WWF, sostuvo que “la iniciativa RELAC es un ejemplo de coordinación y colaboración hacia la transformación del sector energético latinoamericano. Es un punto de partida para que los países de la región aumenten su ambición en el largo plazo”.
Un hito histórico
Juan Carlos Jobet, ministro de Energía de Chile, uno de los países miembros de RELAC, calificó como un hito histórico el establecimiento de una meta común.
Jobet destacó el avance de Chile en términos de transición energética, bajo el marco de alcanzar la carbono neutralidad como país al 2050. “Existe un amplio consenso en que nuestro futuro energético puede y debe ser renovable”, comentó, destacando algunos datos clave.
Entre ellos, que Chile cuenta con dos tercios de la capacidad de energía solar de Latinoamérica; que en 2020 saldrán de circulación 700MW provenientes de centrales a carbón que cerrarán y que de los 60 proyectos energéticos existentes en la actualidad, el 90% de ellos son renovables, con 10 mil millones de dólares de inversión.
RELAC está integrada por Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana. Otros cinco países se encuentran en consultas para incorporarse a la iniciativa.
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