Por: Redacción
Alimento Para Todos
El sector que se desarrolla en torno a la caridad y la asistencia social es único; muy diferente de los sectores público o privado en términos de orientación, motivación, actividades, fuentes de financiación y contribución al bien público. Este sector hace una contribución distintiva y ampliamente reconocida al bien público mediante la creación de capital social en la sociedad civil.
Como tal, debe ser valorado, nutrido, protegido y fomentado por toda la sociedad: por quienes reciben el beneficio de la actividad caritativa, por quienes trabajan o se ofrecen como voluntarios en organizaciones benéficas, y por quienes, en el espíritu de altruismo, buscan proporcionar fondos muy necesarios para generar beneficio público.
Sin embargo, es un sector que está cambiando, o quizás, más correctamente, es un sector que está siendo cambiado por las presiones externas a las que se enfrenta. Por ejemplo, se han intensificado las presiones relacionadas con la financiación y la demanda de servicios. Éstos, a menudo provocados por las crisis financieras y los subsecuentes programas de austeridad con respecto al gasto público, han creado una “tormenta perfecta” para las organizaciones benéficas, lo cual orilla a las Instituciones que lo conforman a trabajar para hacer más con menos. Esto ha requerido, entre otras cosas, cambios importantes en las estrategias para buscar y usar fondos cada vez más escasos.
Además, las restricciones financieras y las crisis de los últimos años han alentado a gobiernos a comprometerse más con el sector de la asistencia privada en relación con los servicios que antes brindaba el sector público. De hecho, la descontinuación de ciertos servicios públicos a menudo ha ejercido presión sobre las organizaciones benéficas para que respondan a las crecientes necesidades de los beneficiarios.
La credibilidad puede generar confianza, y la confianza puede verse como una condición deseable (o incluso necesaria) para continuar, e incluso expandir la misión fundacional de la Institución.
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La confianza está relacionada con la credibilidad, la verdad o la honestidad de alguien o algo. Las organizaciones benéficas, como Alimento Para Todos, se basan en la transparencia y la credibilidad para generar confianza entre ellas y demás partes interesadas (ya sean beneficiarios, donantes, reguladores o el público en general).
Alimento Para Todos ha puesto en marcha sistemas de rendición de cuentas que van más allá de donantes y beneficiarios, y que se expanden con apertura y transparencia hacia reguladores regionales e internacionales.
Esta confianza puede establecerse (o socavarse) por una variedad de factores, como acciones, posturas éticas, apertura (o falta de ella) y procesos de rendición de cuentas. En términos de donantes y financiadores, la credibilidad puede generar confianza, y la confianza puede verse como una condición deseable (o incluso necesaria) para continuar, e incluso expandir la misión fundacional de la Institución.
Este es especialmente el caso porque, en las organizaciones del tercer sector, los proveedores de fondos generalmente no reciben ningún beneficio económico directo.
Por otra parte, la confianza de los beneficiarios puede mejorar su compromiso con la Institución, ayudar a perfeccionar la prestación de servicios y asegurar relaciones con otras partes interesadas (que con frecuencia tienen una visión centrada en los beneficiarios). En este sentido, Alimento Para Todos ha puesto en marcha sistemas de rendición de cuentas que van más allá de donantes y beneficiarios, y que se expanden con apertura y transparencia hacia reguladores regionales e internacionales; estamos convencidos de que la credibilidad, la transparencia y la confianza tiene el potencial de expandir el impacto benéfico de la organización, así como inspirar a otros a involucrarse en nuestra misión.
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