La crisis económica ha hecho que las horas de trabajo en el mundo se redujeran un 8,8% (con respecto al cuarto trimestre de 2019) el equivalente a 255 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.
Esta pérdida es aproximadamente cuatro veces mayor que la que provocó la crisis financiera mundial de 2009, según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo y equivale a 3.7 billones de dólares.
Estudio de la OIT señala perdida de puestos de trabajo tras COVID-19
El reciente estudio de la OIT sobre los efectos de la COVID-19 en el mercado de trabajo pone de manifiesto una disminución generalizada de las horas de trabajo y de los ingresos, y prevé para 2021 una recuperación lenta, desigual e incierta, a menos que los progresos iniciales se respalden con políticas de recuperación centradas en las personas.
Las mujeres y los jóvenes han soportado las mayores pérdidas de empleo y reducciones de horas, dice la OIT que alerta de que los sectores más afectados por la crisis (como el de la restauración y el comercio) pueden quedarse atrás cuando la economía se recupere.
«Los indicios de recuperación que vemos son alentadores, pero son frágiles y muy inciertos, y cabe recordar que ningún país o grupo puede recuperarse por sus propios medios», señaló Guy Ryder, director general de la OIT, que pide “promover el empleo, los ingresos y la protección social”.
En el informe se destaca asimismo una repercusión desigual por sector económico, zona geográfica y mercado de trabajo. Por otro lado, se pone de manifiesto la inquietud de que se produzca una «recuperación en forma de K», es decir, de que los sectores y los trabajadores más afectados se queden atrás durante el proceso de recuperación, lo que daría lugar a una desigualdad cada vez mayor, a menos que se adopten medidas correctivas.
Con información de la OIT.
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