En la inauguración de la 42ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, Michelle Bachelet aseguró que el mundo nunca ha visto una amenaza a estas garantías fundamentales que tenga tanto alcance como la crisis climática y pidió a los Estados actuar de manera urgente para contrarrestarlo.
“Estamos quemando nuestro futuro”, dijo la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos este lunes en la inauguración de la sesión del Consejo dedicado a defender estas garantías fundamentales.
En un llamado directo a los 47 Estados Miembros del Consejo de Derechos Humanos para que se unan para enfrentar el cambio climático, Michelle Bachelet insistió en que todas las regiones del mundo se verán afectadas.
“Estamos quemando nuestro futuro”.
«Las implicaciones humanas de los niveles de calentamiento global proyectados actualmente son catastróficas. Aumentan las tormentas y las mareas podrían sumergir a naciones isleñas enteras y ciudades costeras. Los incendios arrasan nuestros bosques y el hielo se está derritiendo. Estamos quemando nuestro futuro, literalmente«, dijo la Alta Comisionada.
Bachelet citó informes de la ONU sobre cómo la emergencia climática ha causado un fuerte aumento en los niveles mundiales de hambre y también señaló que las temperaturas más cálidas probablemente contribuirán a 250.000 muertes adicionales por año entre 2030 y 2050 a causa de la desnutrición, la malaria, la diarrea y el estrés por calor.
«El mundo nunca ha visto una amenaza a los derechos humanos de este alcance. Esta no es una situación en la que ningún país, institución, legislador puede mantenerse al margen. Las economías de todas las naciones; el tejido institucional, político, social y cultural de cada Estado, y los derechos de toda su gente, y las generaciones futuras, se verán afectados”, insistió la Alta Comisionada.
Bachelet instó a los miembros del Consejo de Derechos Humanos a formar parte de la Cumbre sobre Acción Climática del Secretario General el próximo 23 de septiembre.
Cada Estado debería contribuir con la «acción más fuerte posible para prevenir el cambio climático, y también deberían promover la «resiliencia y los derechos» de sus ciudadanos al implementar estas políticas, aseguró.
Un futuro que se quema
En ese contexto, la Alta Comisionada expresó su preocupación por la drástica aceleración de la deforestación en el Amazonas.
“Los incendios que actualmente se extienden por la selva tropical pueden tener un impacto catastrófico en el conjunto de la humanidad , pero sus peores efectos los sufren las mujeres, los hombres y los niños que viven en estas áreas, entre ellos, muchos pueblos indígenas. Es posible que nunca se conozca el número total de muertes y daños causados por los fuegos en Bolivia, Paraguay y Brasil durante las últimas semanas”, afirmó.
Bachelet llamó a los Gobiernos a implementar las políticas ambientales que ya han sido acordadas y que creen incentivos para el manejo sostenible de los bosques, y así evitar futuras tragedias.
La Alta Comisionada además destacó que, en Colombia, desde el 2014, su oficina ha asistido a los pueblos indígenas y afrocolombianos que han contribuido al diálogo con las autoridades para tomar decisiones sobre la naturaleza. Entre ellas, el acuerdo de manejo sostenible de la Sierra Nevada de Santa Marta, situada en el norte del país.
Otras crisis en el mundo
Cachemira
La Alta Comisionada también destacó muchas otras situaciones de derechos humanos específicas de cada país que requieren la atención del Consejo.
Bachelet citó informes continuos de toques de queda, apagones de Internet y restricciones a las reuniones políticas, incluida la detención de activistas en Cachemira y apeló a Pakistán «y particularmente a la India» para que garanticen el acceso de las personas a los servicios básicos, y también destacó el reciente censo en el estado de Assam, en el noreste de India.
Unos 1,9 millones de personas fueron excluidas de esta lista, sostuvo, antes de pedir a las autoridades indias que «garanticen el debido proceso» para cualquiera que apele contra este desarrollo, al tiempo que garantice que las personas estén protegidas contra la apatridia.
Ucrania
En Ucrania, donde más de cinco años de conflicto en los territorios orientales que limitan con Rusia ha dejado miles de muertos y heridos a decenas de miles más, la Alta Comisionada celebró el «acuerdo decisivo» recientemente alcanzado de la liberación de prisioneros entre los dos países y que recibió la aprobación del Secretario General de la ONU este domingo.
«Animo encarecidamente a todas las partes a aprovechar este impulso, para poner fin al conflicto en el este de Ucrania«, agregó.
Sudáfrica
En cuanto a Sudáfrica, Bachelet señaló los «incidentes terribles recientes de violencia xenófoba» en los que, según los informes, una serie de ataques ha cobrado la vida de al menos 10 extranjeros.
«Todas las personas en Sudáfrica, tanto ciudadanos como extranjeros, tienen derecho a gozar de las garantías fundamentales en virtud de la Constitución y el derecho internacional de los derechos humanos«, dijo Bachelet.
La Alta Comisionada acogió con satisfacción la condena del presidente Cyril Ramaphosa a esa violencia.
Sudán
En Sudán, donde un gabinete ministerial se juramentó el domingo, el primero desde que el presidente Omar Bashir fue destituido en abril en medio de protestas en todo el país, Bachelet calificó el desarrollo como «un motivo de gran celebración».
También acogió con beneplácito las numerosas referencias de derechos humanos contenidas en la nueva Declaración Constitucional de Sudán, en particular su compromiso de establecer un comité de investigación nacional, luego de las denuncias de violaciones de derechos extremos contra los manifestantes.
Hong Kong
En medio de las protestas en curso en Hong Kong, la funcionaria de la ONU reiteró su llamamiento a los manifestantes para que se involucren «pacíficamente y de manera constructiva» con las autoridades.
Al mismo tiempo, instó a las fuerzas de seguridad del territorio a responder a cualquier violencia con moderación, antes de alentar a la directora ejecutiva, Carrie Lam, a «perseguir su iniciativa de establecer un diálogo con la gente».
*Con información de Naciones Unidas