Probablemente donde estés y a donde mires siempre verás una montaña, de no ser así desearías que eso pasará todos los días. Las montañas aportan el 60-80% del agua dulce en el mundo, sin la cual el desarrollo sostenible, cuya meta es eliminar la pobreza y el hambre, no sería posible, según datos de las Naciones Unidas.
Día Internacional de las Montañas
Las montañas albergan el 15% de la población mundial y aproximadamente la mitad de la reserva de la diversidad biológica del mundo. Además, suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad. Su conservación resulta clave, tal cual especifica el Objetivo 15 de los ODS (lee más sobre el ODS 15).
Sin embargo, se encuentran fuertemente amenazadas por la crisis climática y la sobreexplotación. A medida que los glaciares de montaña se derriten, los habitantes de las alturas (entre los más pobres del mundo) afrontan mayores dificultades para sobrevivir a causa de los desastres naturales.
A todo ello hay que sumar el hecho de que dicho derretimiento a una velocidad sin precedentes amenaza el suministro de agua dulce de millones de personas. Este problema es cosa de todos. De ahí que debamos reducir la huella de carbono y cuidar este tesoro natural.
Este creciente interés acerca de la importancia de las montañas llevó a la Asamblea General a declarar 2002 como Año Internacional de las Montañas, factor que impulsó que, en 2003, se celebrase el primer Día Internacional.
Sin embargo, el principal hito se remonta a 1992, cuando el documento “Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña” (capítulo 13) fue incluido en el Programa 21, un plan de acción sostenible promovido por Naciones Unidas.
Restauración de los ecosistemas de montaña
Este año el tema para el Día Internacional de las Montañas, promovido por la FAO, es «Restauración de los ecosistemas de montaña» y pretende sensibilizar sobre la relevancia de los ecosistemas de montaña y demandar soluciones, mejores prácticas e inversiones basadas en la naturaleza que construyan resiliencia, reduzcan la vulnerabilidad y aumenten la capacidad de las montañas para adaptarse a las amenazas diarias y los eventos climáticos extremos.
Con información de la ONU.