Miles de niños y de familias se encuentran en situación de riesgo tras los dos devastadores terremotos y las decenas de réplicas que sacudieron Siria y la región sureste de Turquía.
Según las autoridades, los sismos han provocado más de 2,300 muertos y miles de heridos en ambos países, entre ellos niños y niñas, pero las cifras podrían aumentar en las próximas horas. En Turquía, los esfuerzos se centran actualmente en las labores de búsqueda y rescate de superivientes. En este contexto, UNICEF trabaja en coordinación con el Gobierno turco y la Presidencia de gestión de desastres y emergencias para cubrir las necesidades que van surgiendo y que están relacionadas con una respuesta humanitaria general. En Siria, UNICEF evalúa los efectos de los terremotos y se prepara para respaldar la respuesta humanitaria en coordinación con sus aliados.
Fuerte terremoto sacude Turquía y Siria
El primer terremoto, de una magnitud de 7.7 grados, se produjo después de las 04:00 de la mañana, hora local, cuando numerosos niños y niñas y sus familias dormían en sus casas. Un segundo sismo de 7.5 grados se produjo ya durante el día.
Se cree que miles de viviendas han quedado destruidas, lo que provocará que numerosas familias se vean desplazadas y expuestas a la intemperie en una época del año en la que las temperaturas suelen caer por debajo de cero y la nieve y las lluvias gélidas son habituales. Recientemente, además, se han producido fuertes tormentas de nieve en zonas de Siria y Turquía y se pronostica que las temperaturas vuelvan a situarse por debajo de los cero grados.
“Las imágenes que nos están llegando de Siria y Turquía son desgarradoras”, ha declarado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “El hecho de que el primer terremoto se haya producido de madrugada, mientras muchos niños y niñas dormían profundamente, ha hecho que la situación fuese aún más peligrosa, y a esto se añaden los riesgos continuos debido a las réplicas. Nuestro corazón y nuestros pensamientos están con los niños y niñas afectados y sus familias, especialmente aquellos que han perdido a sus seres queridos o que han resultado heridos. Nuestra prioridad inmediata es garantizar que la infancia y las familias afectadas reciban la asistencia que tan desesperadamente necesitan”.
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Se estima que los sismos han dañado o destruido escuelas, hospitales y otros centros médicos y educativos, lo que traerá aún más consecuencias para los niños y las niñas. Los posibles daños provocados en carreteras e infraestructuras críticas podrían complicar además las labores de búsqueda y rescate, así como la respuesta humanitaria general.
Al mismo tiempo, los niños y niñas de Siria siguen enfrentándose a una de las situaciones humanitarias más complicadas del mundo. El empeoramiento de la crisis económica, las hostilidades continuas y localizadas tras más de una década de un conflicto letal, los desplazamientos masivos de población y la devastación de las infraestructuras públicas hacen que dos terceras partes de la población siria requieran asistencia. Asimismo, la inseguridad alimentaria, la dependencia de fuentes de agua alternativas y poco fiables, los problemas en materia de protección y los altos niveles de abandono escolar son cuestiones acuciantes.
Las enfermedades transmitidas por el agua suponen otra amenaza letal para los niños y las familias afectados. En Siria, un brote de cólera declarado el 10 de septiembre de 2022 se ha extendido rápidamente por todo el país, poniendo a la población infantil en una situación de especial vulnerabilidad.
Con información de UNICEF.
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