El Instituto Internacional de Recursos Renovables A.C. (IRRI México), Sistema.bio y la Fundación W.K. Kellogg presentaron el reporte anual 2022 de su colaboración en el proyecto «Saneamiento, energía sostenible y seguridad alimentaria en la Península de Yucatán«. Esta iniciativa tiene como objetivo aumentar la resiliencia de los hogares y las comunidades mayas de la Península de Yucatán mediante la reducción de la pobreza, la promoción de la independencia económica y el fortalecimiento del acceso a energía asequible, confiable, moderna y limpia. Además, se busca promover la implementación de prácticas agrícolas sostenibles para la conservación y restauración de tierras de esta región de la República Mexicana
La instalación de biodigestores, ha logrado beneficiar directamente a 8,195 personas en la Península de Yucatán, brindando acceso a una fuente de energía limpia y sostenible, así como mejorando la gestión de residuos orgánicos y la calidad del suelo. Además, se han fertilizado un total de 2,852 hectáreas de parcelas y traspatios mediante el uso del biofertilizante derivado de los biodigestores, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y contribuyendo a la conservación y restauración de tierras.
Está previsto que para finales de año se hayan instalado 500 sistemas biodigestores en la comunidades beneficiadas
En 2022, se llegó a más comunidades en la Península de Yucatán, ampliando así la zona de influencia en los municipios de Cantamayec, Chacsinkín, Chapab, Mayapán, Oxkutzcab, Peto, Tecóh, Tekax, Ticul, Tixmehuac, Tzucacab y Yaxcabá en el Estado de Yucatán; y el municipio de José María Morelos en Quintana Roo. A finales de mayo del presente año, como parte de este proyecto, se instalarán cuatro biodigestores en la comunidad de Tixcacalcupul en Yucatán, siendo estos los primeros en este municipio, continuando con la cobertura del proyecto en la región, teniendo como meta la instalación 500 sistemas al final del 2023.
La Península de Yucatán se enfrenta a desafíos significativos en términos de acceso a servicios básicos, pobreza y degradación ambiental. En este contexto, el proyecto conjunto busca abordar múltiples dimensiones del desarrollo sostenible, integrando soluciones innovadoras en el ámbito del saneamiento, la energía y la agricultura. Uno de los objetivos del proyecto es proporcionar herramientas y apoyo a las comunidades para la implementación efectiva y la adopción de la intervención a través de la mejora de las capacidades locales, es decir que los usuarios se apropien de la ecotecnia y hagan uso efectivo de los tres componentes: el biodigestor, el biogás y el biol.
El Instituto Internacional de Recursos Renovables junto con su directora, la Mtra. Macarena Egli, garantiza el enfoque integral y multidisciplinario del proyecto, aportando su experiencia en investigación agrícola, trabajando en la mejora de sistemas de producción sostenible y la adaptación al cambio climático. Además, busca aumentar el proceso de capacitación social en las comunidades mayas rurales de la Península de Yucatán por medio de metodologías participativas, buscando el retorno cero (no dejar de usar la ecotecnia) para así promover la sustentabilidad ambiental y social.
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Sistema.bio, reconocida por su liderazgo en tecnología de biodigestores en México y en el mundo, tiene un papel clave en el proyecto. La empresa provee sistemas de biodigestión a comunidades mayas seleccionadas, lo que permite la transformación de los desechos orgánicos en biogás y biofertilizante de alta calidad. Esto no solo contribuye a la mejora del saneamiento y la gestión de residuos, sino que también ofrece una fuente de energía renovable para las comunidades, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles (leña o gas LP), promoviendo la sostenibilidad energética y asegurando la seguridad alimentaria.
Sistema.bio e IRRI México, brindan capacitación y asistencia técnica a los beneficiarios del proyecto, promoviendo el conocimiento y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. A través de técnicas de agricultura regenerativa y el uso de biofertilizantes, se fomenta el aumento de la productividad de los cultivos y la seguridad alimentaria de comunidades mayas. En 2022, el ciclo de instalación se basó en siete actividades que permitieron asegurar el funcionamiento de los sistemas nuevos y aquellos instalados en años previos. Estas actividades son: talleres de invitación; alta de usuarios; capacitación del uso y mantenimiento básico del biodigestor, estufa de biogás y biol; monitoreo de zanjas; montaje de sistemas; post monitoreo; y capacitaciones sobre el uso del biol.
Uno de los productos de este proyecto es la publicación del Recetario de Comida preparada con estufa de biogás, realizado tras una serie de visitas, talleres y entrevistas a mujeres beneficiarias. El recetario tiene la finalidad de fortalecer el uso de la estufa y el biogás, fortalecer la seguridad alimentaria, compartir las experiencias de las familias en el uso del biogás, rescatar recetas tradicionales e incentivar a que más familias usen el biogás para cocinar.
*Comunicado de prensa